Todos los monos retenidos en un centro de investigación de la NASA en California fueron sacrificados el año pasado en un solo día, según documentos obtenidos sobre la base de las leyes de libertad de información, lo que ha causado una reacción inmediata de los defensores de animales.
Un total de 27 primates recibieron medicamentos letales el 2 de febrero de 2019 en el Centro Ames, en Silicon Valley.
Los monos eran de edad avanzada y 21 de ellos sufrían la enfermedad de Parkinson, revelan los documentos obtenidos por The Guardian.
La decisión de sacrificar los animales en vez de trasladarlos a un asilo ha sido condenada por defensores de los derechos de animales.
"Al parecer no fueron considerados dignos de vivir en el asilo. Ni siquiera lo intentaron. Eliminación en lugar de la expresión de la decencia más elemental. ¡Qué vergüenza para los responsables!", comentó John Gluck, experto en ética hacia los animales de la Universidad de Nuevo México.
Katheleen Rice, congresista que abogad por una "política humanitaria de jubilación" para los animales usados en investigaciones, ha escrito al administrador de la NASA, Jim Bridenstine, solicitando explicaciones sobre el acto.
Los monos no se utilizaron en ningún estudio espacial, sino que se retenían en el Centro Ames conforme a un acuerdo de cuidado con LifeSource BioMedical, entidad de investigación médica que alquila espacios a la NASA.
La directora general de esa compañía, Stephanie Solis, precisó que los primates habían sido trasladados al lugar hace años al no haberse podido encontrar un asilo para ellos, debido a su edad y estado de salud.
"Aceptamos a estos animales actuando como un asilo y proporcionando todo el cuidado a nuestro propio coste hasta que su edad avanzada y salud empeorada conllevó la decisión de someterles a la eutanasia humanitaria para que evitaran una mala calidad de vida", explicó.
Solis recordó que no fueron sometidos a ninguna investigación mientras permanecieron el Centro Ames, donde se les proporcionó una "buena calidad de vida".