Identifican una desconocida flor del Cretácico que el ámbar conservó durante 99 millones de años
No solo insectos quedaban atrapados en la resina de los árboles durante el período Cretácico, manteniéndose así íntegros sus cuerpos durante decenas de millones de años. Hace aproximadamente 99 millones de años, ese fue también el destino de una pequeña flor que científicos de EE.UU. extrajeron de un fragmento de ámbar procedente de Birmania.
Un estudio publicado este diciembre en el Journal of the Botanical Research Institute of Texas analiza este ejemplar masculino de una especie y género previamente desconocidos, cuyos parientes más cercanos de la actualidad son algunas plantas de la orden de las Laurales. A pesar de solo medir unos 2 milímetros de ancho, este tamaño es suficiente para contener a unos 50 estambres ordenados en espiral.
Según describen los científicos, el hallazgo tiene una copa floral hueca en forma de huevo, lugar desde donde brotan los estambres, cuyos extremos sostienen, a su vez, las cabezas productoras de polen, las llamadas anteras, de dos cámaras cada una y con varios sacos de polen. En lugar de pétalos, el envoltorio floral consta de seis tépalos, los elementos responsables de abrir y cerrar la flor.
"No es una flor navideña, pero es una belleza, especialmente considerando que formaba parte de un bosque que existía hace 100 millones de años", comentó el autor principal del estudio paleobotánico, George Poinar Jr., profesor emérito de la Universidad Estatal de Oregón. "A pesar de ser tan pequeña, el detalle que aún conserva es asombroso", señaló el investigador, citado por un comunicado universitario.
El espécimen atrapado en el ámbar probablemente formaba parte del clúster de una planta que contenía muchas flores similares y posiblemente también femeninas, valoró el científico. Entre las incógnitas del estudio destaca la cuestión de si la flor pertenecía a la fauna del paleocontinente Gondwana, del que la actual Sudamérica formaba parte, al igual que el territorio de la moderna Birmania antes de separarse hace decenas de millones de años.
Poinar y su equipo, que contaron con la colaboración del Departamento de Agricultura de EE.UU., bautizaron con el nombre de 'Valviloculus pleristaminis' a la recién descubierta especie. 'Valva' es la palabra latina para la hoja de una puerta plegable, mientras que 'loculus' significa compartimento y 'plerus estaminis' apunta a las decenas de estambres que tiene la flor, una cantidad inusualmente alta para las flores de tan reducido tamaño de hoy en día.
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