El Gobierno de Japón no permitirá la entrada en el país a extranjeros no residentes, después de confirmar en su territorio cinco casos de infectados con la nueva cepa de covid-19, identificada hace unos días en Reino Unido, informó este sábado el canal estatal NHK.
Desde el pasado mes octubre, Tokio había permitido la llegada de todos los ciudadanos extranjeros con estatus de residente de mediano o largo plazo. Sin embargo, a partir del lunes entrará en vigor la nueva medida, que se prolongará hasta el próximo 31 de enero.
Si bien se seguirá permitiendo que la gente viaje por negocios desde y hacia ciertos países y territorios, cualquier persona que entre en el país asiático —incluidos los nacionales— tendrán que guardar una cuarentena obligatoria de dos semanas.
Test negativo
Asimismo, aquellos que regresen de un lugar donde se hayan registrado casos de la nueva variante de coronavirus tendrán que presentar un documento que certifique que han dado negativo por la nueva enfermedad al menos 72 horas antes de la llegada. Asimismo, deberán someterse a una prueba de covid-19 una vez entren en el país nipón.
Japón detectó este viernes en su territorio los cinco primeros casos de la nueva cepa del coronavirus, denominada VUI-202012/01, que podría ser hasta un 70 % más contagiosa que la original. Solo en Reino Unido se han registrado ya más de 1.000 infectados con esta nueva variante.
Los cinco positivos entraron en el país entre el 18 y el 21 de diciembre, antes de que Japón intensificara el control fronterizo con Reino Unido a causa de la identificación de la nueva cepa. Solo uno de ellos, un hombre de unos 60 años, presentaba síntomas, fatiga en particular.
Restricciones aéreas
Ante el temor a una mayor propagación, las autoridades de decenas de países han suspendido el tráfico aéreo con la nación europea y han impuesto pruebas PCR a los pasajeros que hayan realizado escalas en uno de sus aeropuertos, entre otras restricciones.
Este viernes se han registrado 64 muertes y 3.831 nuevos casos de covid-19 en Japón, lo que sitúa los fallecimientos en 3.200 y la de contagios por encima de los 215.000. Paralelamente, al menos 180.000 personas han superado la enfermedad desde el inicio del brote en el país nipón.
Las autoridades sanitarias japonesas planean comenzar a vacunar a la población a partir de finales de febrero. Se prevé inmunizar primero al personal sanitario, seguido de las personas de la tercera edad y gente con afecciones previas.
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