Los habitantes del distrito de Queens, en Nueva York, están atemorizados por los ataques de ardillas que sufren en las últimas semanas. Al menos cinco episodios ya han sido reportados.
Una de las víctimas fue Micheline Frederick, quien contó que uno de estos roedores le subió por la pierna y luego le "mordió o rasguñó" el cuello. "Estaba enojada", dijo y agregó que "fue más que un mordisco, esa cosa estaba peleando conmigo". Cuando logró sacarse de encima al animal, se dio cuenta de que tenía el dedo meñique "bastante masticado" y su mano quedó con moretones durante varios días.
Al recibir asistencia en un centro de salud, los médicos descubrieron que tenía al menos ocho mordidas y por precaución le aplicaron una inyección contra la rabia.
Además, Frederick afirmó que la mayor preocupación de los vecinos de la zona es que los roedores ataquen a los niños.
Otra de las víctimas fue Licia Wang. "Traté de sacármela de encima pero no pude, las ardillas tienen garras, se aferran a tu chaqueta de invierno, no hay forma de quitártelas", contó. Por su parte, Anika Sood, quien no fue atacada, relató que cuando salen a la calle llevan "gas pimienta casero" para defenderse.
Al menos, otros tres ataques protagonizados por una o varias ardillas fueron reportados.
Frente al temor que generó esta situación, las autoridades del Departamento de Salud de Nueva York emitieron un comunicado en el que aclararon que "las ardillas y muchos otros pequeños roedores rara vez están infectados con rabia".
Por su parte, algunos especialistas explican el comportamiento de los animales en que anteriormente fueron alimentados por personas. Esta también fue la causa de episodios similares registrados el año pasado, que hicieron que las autoridades neoyorquinas pidieran a la población no dar comida a las ardillas del Rockefeller Park después de comprobar que se habían vuelto demasiado agresivas.