En la ciudad española de Málaga, la Guardia Civil desarticuló un grupo de traficantes de armas que las comerciaba entre narcotraficantes del sur del país. Durante los registros se incautaron 160 armas de fuego, entre ellas fusiles de asalto, así como numerosos cartuchos y una granada con un kilo y medio de explosivo militar.
Los tres cabecillas del grupo, que operaba desde hace más de tres años, fueron detenidos. Se trata de dos ciudadanos alemanes y uno británico, a los que "se les imputan los delitos de integración en grupo criminal, tráfico y depósito de armas, tráfico de municiones, tráfico de drogas y falsedad documental", según un comunicado de la Guardia Civil.
En la vivienda de uno de los detenidos de nacionalidad alemana, que residía en Coín "bajo la falsa apariencia de un jubilado extranjero", los agentes hallaron un sofisticado taller clandestino donde se cree que modificaban armas de guerra previamente adquiridas en países del Este.
El segundo alemán, vinculado a colectivos de extrema derecha y a movimientos nazis, se encargaba del almacenaje y de ocultar las armas, que guardaba en una nave alquilada. Allí, y en particular en su domicilio, tenía un 'museo' de objetos, uniformes y banderas de temática nazi. Mientras, el británico, detenido con anterioridad por tráfico de drogas, se ocupaba de las ventas como intermediario entre los alemanes y los narcotraficantes.