El estudio de un equipo internacional de científicos corrobora la suposición de la existencia de los llamados 'agujeros negros primordiales' (ANP) y propone un método para detectarlos.
A diferencia de los agujeros negros supermasivos, que se forman a base de estrellas, los ANP son formaciones hipotéticas. Se hipotetiza que nacieron durante la inflación, una de las primeras fases del universo cuando este se expandía rápidamente después del Big Bang, explica un comunicado del Instituto Kavli para la Física y las Matemáticas del Universo (Japón), divulgado el 24 de diciembre.
Durante esta etapa, la densidad de la matería debería de ser tan grande que bastaría una fluctuación que la aumente en un 50% para que se formara un 'universo bebé', que con el tiempo se colapsa y reintegra al universo principal. Este evento genera tanta energía que puede provocar la aparición de un agujero negro.
Una conclusión fascinante de la teoría de Einstein consiste en que, si el 'universo bebé' es bastante grande, puede verse de maneras diferentes para observadores internos y externos. Desde el exterior, parecería un agujero negro, mientras que desde el interior se observaría que se está expandiendo. De este modo, se trataría de la situación en la que existen simultáneamente varios universos, o 'multiverso'.
En su artículo, publicado en la revista Physical Review Newsletter, los investigadores apoyan con cálculos esa hipótesis y presentan un nuevo escenario, afirmando que detrás de la aparición de los agujeros negros primordiales podían estar burbujas del vacío que se formaron durante la fase de la inflación. Asimismo, aseveran que los ANP pueden explicar "simultáneamente toda la materia negra, [las ondas gravitatorias] observadas y también proporcionan semillas para agujeros negros supermasivos".
En cuanto a la comprobación empírica de la hipótesis, los científicos indican que los ANP pueden ser detectados con telescopios bastante fuertes. Si un agujero negro pasa entre la Tierra y un sol lejano, distorsiona la luz emitida por la estrella. Basándose en la duración del efecto, los investigadores pueden calcular la masa del ANP. Un posible evento de este tipo ya ha sido detectado por el telescopio japonés Subaru, ubicado en Hawái.