Los miembros de la Guardia Nacional de Washington D.C. podrían recibir autorización para portar sus bastones y hasta armas de fuego en los días previos a la toma de posesión presidencial, según recientes declaraciones del secretario del Ejército de EE.UU., Ryan McCarthy, a AP.
Ante los temores de nuevos episodios de violencia, como los ocurridos el miércoles en el Capitolio, las autoridades están considerando permitir que las tropas porten sus rifles M-4 o pistolas Beretta de 9 milímetros.
"Estaremos revisando la inteligencia y tomaremos una determinación" en los próximos días, señaló el alto funcionario. No obstante, precisó que la medida requiere obtener "mejor información" y posteriormente se deberá realizar una "evaluación de riesgos".
Entre otros cambios que ya han sido autorizados, a partir del jueves por la noche los militares de la capital estadounidense podrán usar cascos antibala, una decisión que antecedió al fallecimiento de un oficial producto de una herida que sufrió en la cabeza durante los desmanes en la sede legislativa.
Cuestionan las acciones del Pentágono
El Pentágono ha sido criticado por su manejo de los disturbios. En particular, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, exigió que el secretario de Defensa interino Chris Miller explique "dónde estaba la Guardia Nacional" durante el asalto al Capitolio.
McCarthy, sin embargo, defendió la respuesta de la Guardia, argumentando que los funcionarios locales solo habían pedido un pequeño número de efectivos para fines específicos como el tráfico y el control de multitudes.
"No se hicieron otras solicitudes después de una serie de reuniones y deliberaciones con todas las partes interesadas: el Interior, el Departamento de Seguridad Nacional, la Policía del Capitolio y otros, en el período previo al 6 de enero", aclaró anteriormente el jefe del Ejército.