Un juez argentino ha resuelto obligar a una clínica de Buenos Aires a administrar dióxido de cloro a un paciente de covid-19, imponiendo este tratamiento como medida cautelar a petición de la familia del enfermo, a pesar de que el uso médico la sustancia en cuestión está prohibida por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) de ese país.
En su fallo, el juez federal subrogante Javier Pico Terrero, del Juzgado Civil y Comercial Federal N° 7, obliga a los médicos tratantes a suministrar dióxido de cloro intravenoso e ibuprofenato de sodio en nebulizaciones al paciente, y exhorta al Sanatorio Otamendi a "garantizar la implementación de los tratamientos prescriptos por su médico tratante", el doctor Dante Converti, un neurocirujano que atendió al enfermo de forma particular y que no forma parte del personal de ese centro hospitalario.
El magistrado especifica también que su mandato "es de urgente realización" y afirma que "puede mejorar el diagnóstico y el tratamiento consecuente a adoptarse de manera inminente o, en su caso, salvar la vida del paciente".
Controversia y peligrosidad
La decisión ha provocado una considerable controversia en el país. Los médicos del Sanatorio Otamendi ya han apelado el fallo, respaldados por el rechazo generalizado de la comunidad médica argentina a la resolución judicial.
El dictamen preocupa a dicha comunidad porque podría generar jurisprudencia para recetar, con apoyo de los tribunales, tratamientos que no están validados por las autoridades sanitarias.
Según medios locales, en la mañana del domingo se registró una concentración de profesionales sanitarios en repulsa de la decisión judicial, frente al edificio del Sanatorio Otamendi, que niega haberla convocado. "Nos manifestamos haciendo cumplir nuestro juramento hipocrático", expresaban los manifestantes en un folleto.
Fue el hijastro del paciente quien solicitó al juez la polémica medida cautelar, en un intento extremo de agotar todos los recursos para salvar su vida. En un video que circula por las redes sociales, califica el fallo del juez como "histórico", ya que considera que marca un hito "en la medicina argentina y en la Justicia".
Tanto la Anmat como la Sociedad Argentina de Infectología (SAI) han alertado repetidas veces sobre la peligrosidad del dióxido de cloro, por lo que algunos de sus representantes ya se han pronunciado en diversos medios argentinos en rechazo de la reciente resolución judicial, a la que consideran "aberrante" y "muy preocupante".