Este domingo, la Policía de Guatemala intentó hacer retroceder la caravana de migrantes que pretenden llegar a México y posteriormente a EE.UU., cuando la marcha avanzaba por una carretera del sector de Vado Hondo, en Chiquimula, en la frontera con Honduras.
Las fuerzas guatemaltecas usaron palos y gas lacrimógeno para detener a la caravana, que salió de San Pedro Sula esta semana en tres grupos.
Los grupos de migrantes, que empezaron a ingresar en la noche de este viernes y la mañana del sábado al territorio de Guatemala desde Honduras, integran ya a unas 9.000 personas.
Según las autoridades migratorias guatemaltecas, cerca de 1.000 ciudadanos hondureños ya fueron devueltos a su país en los últimos tres días tras ingresar ilegalmente a Guatemala.
Además, cerca de 20 puestos de control policial fueron instalados en la carretera que une el oeste de Guatemala con la frontera mexicana.