Dos bombarderos estratégicos B-52H Stratofortress de EE.UU. sobrevolaron este domingo Oriente Medio, desatando con ello una contundente respuesta de Irán, que condenó la intimidación y recomendó a Washington destinar sus recursos para la atención médica de los estadounidenses.
Las aeronaves "completaron con éxito" la segunda "patrulla de presencia" en la región en lo que va del año como "parte clave de la postura defensiva" del Mando Central de EE.UU., confirmó el CENTCOM en un comunicado.
"La oportunidad de capacitación y la integración continua con socios regionales mejora la preparación y traslada un mensaje claro y coherente en el entorno operativo, tanto para amigos como para posibles adversarios", subrayó el comandante del Mando Central, general Frank McKenzie.
Irán condena la misión
En respuesta a la maniobra, el ministro iraní de Exteriores, Mohammad Javad Zarif, condenó la misión y enfatizó que, si la medida era un intento de intimidar a Teherán, EE.UU. haría mejor gastando sus miles de millones de dólares "en la salud de sus contribuyentes".
"Si bien no hemos comenzado una guerra en más de 200 años, no tenemos miedo de aplastar a los agresores", advirtió el canciller en Twitter, recordando que la derrota del Ejército de Sadam Husein, que invadió Irán en 1980, sirve como un buen ejemplo para los posibles invasores.
Se trata de la quinta misión de B-52 en Oriente Medio en los últimos meses, marcados por el aumento de las tensiones entre EE.UU. e Irán. Esta última patrulla tiene lugar un día después de que el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán probara misiles balísticos de largo alcance, que alcanzaron objetivos predeterminados en el norte del océano Índico desde una distancia de 1.800 kilómetros. El lanzamiento fue parte de la segunda fase de los ejercicios que empezaron esta semana en la región central del desierto iraní.
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