La búsqueda de fosas clandestinas con cuerpos de desaparecidos por la dictadura argentina continúa a casi 45 años del último golpe militar

El Equipo Argentino de Antropología Forense encabeza los trabajos que demuestran los crímenes de lesa humanidad cometidos por los represores.

El gobierno argentino inició un operativo especial para detectar posibles fosas comunes con restos de personas desaparecidas durante la última dictadura militar (1976-1983) en el terreno de Campo de Mayo, que fue uno de los centros clandestinos de detención más grandes de América Latina.

Los trabajos, que fueron coordinados por la Secretaría de Derechos Humanos, el Ministerio de Defensa, Abuelas de Plaza de Mayo y la jueza federal de San Martín, Alicia Vence, se iniciaron este lunes con el despegue de un avión equipado con escáneres terrestres y que sobrevoló las 5.000 hectáreas de Campo de Mayo, un predio ubicado en la provincia de Buenos Aires en donde funcionaron por lo menos cuatro cárceles clandestinas.

La secretaría de Derechos Humanos informó en un comunicado que los datos recolectados serán analizados por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), una organización con reconocido prestigio internacional, y la asistencia técnica de la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la Universidad Nacional de La Plata.

"De esta manera se iniciará el proceso para establecer la existencia de enterramientos clandestinos de detenidos-desaparecidos dentro de Campo de Mayo, de acuerdo a la información brindada a través de los testimonios de sobrevivientes en el marco de las audiencias de la Megacausa de Campo de Mayo", señaló en referencia al juicio que comenzó en marzo de 2019.

En dicho proceso, en el que están imputados 22 represores, se investigan los secuestros, torturas, desapariciones, apropiación de niños y asesinatos cometidos en contra de por lo menos 323 víctimas.

"Este esfuerzo conjunto que lleva adelante la Secretaría tiene como objetivo seguir agotando todas las instancias en la búsqueda de Memoria, Verdad y Justicia para los familiares y las víctimas del terrorismo de Estado", afirmó. También precisó que el plan de trabajo constará de dos etapas.

"En primer término el análisis del terreno en la superficie de 10 hectáreas donde funcionó el Centro Clandestino 'El Campito', área que será afectada a la creación del Espacio de Memoria. En una segunda instancia se relevará la totalidad de la unidad militar de Campo de Mayo, que involucra un terreno anexo que fue vendido en 1978 y que era conocido como 'Plaza de Agua'", señaló.

Crímenes

Campo de Mayo fue, junto con la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), uno de los centros clandestinos más grandes operados por una dictadura que dejó un saldo de 30.000 desaparecidos.

De acuerdo con testimonios, a esta dependencia del Ejército fueron llevadas alrededor de 5.000 víctimas. La mayoría no sobrevivió. Eran secuestradas en la calle o en sus domicilios. Una vez en Campo de Mayo se les torturaba, en ocasiones hasta la muerte. A las presas embarazadas se les permitía vivir hasta que parían, y en ese lapso permanecían maniatadas y torturadas. Una vez nacidos, los bebés les eran arrebatados, y las madres terminaban asesinadas y desaparecidas.

Para ocultar sus crímenes y terminar el proceso de vejación de las víctimas, los represores argentinos construyeron cientos de fosas clandestinas en donde enterraron miles de cuerpos sin identificar. En más de cuatro décadas, a pesar de los reclamos de los familiares de los desaparecidos, jamás han querido revelar en dónde escondieron esos cadáveres.

El operativo iniciado en Campo de Mayo reviste una importancia particular, ya que se realiza a solo dos meses del 45 aniversario de la dictadura, que se cumplirá el próximo 24 de marzo, y con el juicio por los delitos cometidos en este lugar todavía en marcha.

Además, es recién el principio de un proceso en el que el EAAF deberá identificar, a partir de las tomas realizadas en el sobrevuelo del terreno, si hay indicios de tierra removida para proceder a excavaciones en la búsqueda de cuerpos.

Adriana Taboada, integrante de la Comisión Memoria, Verdad y Justicia de Zona Norte, le explicó al diario Tiempo Argentino que esta búsqueda se reclamó hace mucho tiempo, pero recién hace dos años el EAAF pudo adquirir nueva tecnología de última generación que detecta movimientos de tierras con mucha precisión.

"Esto nos pone –igual que el juicio por los vuelos de la muerte- frente a una temática de la que se habla poco, pero que es fundamental. Porque no solamente está el tema de la desaparición, sino que un tema complejo que tuvieron que enfrentar los genocidas es qué hacer con los cuerpos. El tema del exterminio. Tanto el juicio vuelos como esta posibilidad que nos brinda hoy el avance de la tecnología nos sitúa frente al tema del exterminio", afirmó.