El diplomático estadounidense Michael McFaul, quien fue embajador en Rusia entre 2012 y 2014, ha declarado en su artículo publicado en Foreign Affairs que la nueva Administración de la Casa Blanca "debería alentar a las plataformas de redes sociales estadounidenses a que quiten el protagonismo o, al menos, proporcionen más información sobre los contenidos apoyados por el Kremlin".
Según McFaul, cada vez que en las redes sociales de EE.UU. "aparezca un artículo o un video de RT, debería aparecer un artículo de la BBC justo al lado". "Los algoritmos utilizados para clasificar y organizar el contenido en las búsquedas de YouTube, Google y Bing deberían ser ajustados para rebajar la información distribuida por Rusia a través de sus canales de propaganda", sugirió el diplomático, que aparentemente no considera estos actos como una muestra de censura si se trata de los medios rusos.
"Cuando un contenido así aparezca en los resultados de las búsquedas, las compañías deberían emparejarlo con un contenido similar de organizaciones de noticias más fiables", señaló McFaul, refiriéndose a la BBC como un medio "más fiable" y obviando su propia fuente de financiación que en este caso no parece desempeñar papel alguno en la política editorial y, a diferencia del caso de RT, tampoco presenta un impedimento en la evaluación de la fiabilidad del medio.
El diplomático concluyó que la Administración de Joe Biden "debería trabajar simultáneamente con otras democracias de todo el mundo para desarrollar un conjunto común de leyes y protocolos para regular los medios de comunicación rusos controlados por el Gobierno, incluidos los 'bots' y los 'trolls'".
"Que no se confundan: no es censura, es libertad de expresión", comentó con ironía la directora del grupo RT, Margarita Simonián.