Dustin Poirier sorprendió a la estrella de las artes marciales mixtas, Conor McGregor, al derrotarlo por nocaut en el segundo asalto de la esperada pelea en el evento UFC 257, celebrado este sábado en Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos).
Peleando por primera vez en un año, McGregor se perfilaba como el favorito de la contienda, mientras que Poirier exigía una revancha tras su último combate de hace seis años con el irlandés.
Pero las cosas para McGregor no salieron según lo planeado, pues desde el inicio Poirier fue el que tomó la iniciativa dominando gran parte del combate. Ya en la segunda ronda el estadounidense mostró su superioridad acorralando a su rival y lanzando múltiples golpes.
Finalmente, a los dos minutos y medio del segundo asalto Poirier le propinó un golpe directo al rostro a McGregor, quien acabó desplomándose sobre la lona mientras el réferi intervenía para detener la pelea.
Poirier consideró el resultado como una dulce venganza después de haber perdido con McGregor durante del primer asalto en 2014. "Estamos 1-1", declaró el estadounidense tras su victoria.
Mientras que para el irlandés, que había alardeado sobre su buen estado físico en su regreso, esta significó su primera derrota por nocaut y la quinta en total. Las cuatro anteriores fueron todas por sumisión, recoge ESPN.
Luego de la pelea, un McGregor "destrozado" elogió el buen desempeño de Poirier, pero también culpó en parte a su inactividad como uno de los factores que influyeron en el resultado.
Días atrás, el presidente de la UFC, Dana White, había advertido sobre la importancia de esta pelea, ya que el campeón Khabib Nurmagomédov podría reanudar su carrera deportiva dependiendo del resultado. Aunque lo más probable ahora es que McGregor ya no llegue a enfrentar al ruso campeón invicto de MMA.