En la noche de este martes cientos de personas de la ciudad española de Granada y de las localidades colindantes salieron asustadas de sus casas y permanecieron varias horas a la intemperie para sentirse más seguras: fue su reacción a los más de 40 terremotos que se registraron durante ocho horas, aunque los de más potentes, según el servicio de sismología del Instituto Geográfico Nacional (IGN), sacudieron la zona entre las 22:36 y las 23:00 horas.
El informe actualizado este miércoles indica que seis de los temblores registrados superaron la magnitud 3. El primero, a las 22:36, fue de 4,2, y a las 22:44 se registró otro de idéntica magnitud. Diez minutos más tarde se dejaba sentir el más fuerte de todos, de 4,5, seguido de otros tres: uno de 3,7 a las 22:55; otro de 3,2 a las 22:57 y una sacudida final de 3,5 a las 23:00.
La mayoría de ellos tuvieron su epicentro en el municipio granadino de Santa Fe (a unos 12 kilómetros de Granada capital), aunque alguno se registró dentro de los límites del término vecino de Chauchina.
"Esta situación realmente da miedo"
Varias horas después de los temblores, la tensión y el miedo de la ciudadanía aún eran palpables en el ambiente, que fue captado por varios ciudadanos que compartieron sus impresiones y sus imágenes en las redes sociales.
"Llevamos 12 terremotos en pocos días, esta situación realmente da miedo", comentaba una usuaria de Twitter en una de sus publicaciones acompañada de fotografías.
Otros usuarios, incluso, pudieron registrar el momento en el que se producía algún temblor.
Mientras tanto, las autoridades públicas llamaban a la calma y mostraban su apoyo a los habitantes de la zona afectada por los temblores.
A las 23:30 horas, el Gobierno regional de Andalucía declaraba la provincia en fase de pre-emergencia, de acuerdo con el Plan de Emergencia ante el Riesgo Sísmico en vigor. Se habilitaba así un seguimiento más estrecho de los fenómenos sísmicos en curso y se informaba a la población y autoridades competentes en materia de Protección Civil.
Minutos después, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pedía "mantener la serenidad" ante "la preocupación" que empezaba a cundir entre los ciudadanos granadinos, mientras los servicios públicos de emergencia empezaban a emitir mensajes con indicaciones para minimizar el riesgo en caso de que nuevas réplicas.
Lo vivido en Granada en la noche de este martes ha sido la continuación de lo que los expertos llaman un 'enjambre de terremotos', que ya se ha manifestado en días anteriores con sacudidas aún más fuertes.
En concreto, el pasado sábado 23 de enero se registró un seísmo de magnitud 4,4 que empezó a llamar la atención sobre el fenómeno geológico que atraviesa actualmente el subsuelo granadino.
El IGN ha detectado desde entonces cerca de 200 réplicas, si bien no todas han hecho temblar la superficie.
La última reseñable ha tenido lugar a mediodía de este mismo miércoles, cuando un temblor de magnitud 3 se ha dejado sentir nuevamente en el municipio de Santa Fe.
Esta nueva sacudida parece indicar que la actividad sísmica no dará tregua de momento en la provincia de Granada, cuyos habitantes han padecido ya más 100 terremotos en los últimos diez días.
¿Qué es un enjambre sísmico?
La definición de enjambre sísmico es amplia y en sí misma no aclara el mecanismo que produce los temblores, ya que los sismólogos denominan así a cualquier conjunto de eventos sísmicos que se manifieste en un área específica durante un periodo de tiempo relativamente corto.
Sin embargo, es importante la diferencia entre este concepto y el de sucesión de réplicas. Cuando se habla de réplicas, se presupone la existencia de un terremoto principal al que sigue una cadena de eventos sísmicos relacionados y provocados por este. Las réplicas son, por lo tanto, un efecto del terremoto principal, y están causadas por ajustes o deslizamientos posteriores que tienden a restablecer la estabilidad de la zona afectada.
En un enjambre, en cambio, no hay un choque que se considere principal, ni un único gran terremoto que inicie una secuencia, sino que los eventos sísmicos ocurren a ritmos y magnitudes que no obedecen a las condiciones que siguen las secuencias de réplicas.
Una vez hecha esta distinción, cabe mencionar que, en el contexto de un enjambre, algunos de los terremotos que lo componen sí producen réplicas, centenares de ellas incluso, como parece estar ocurriendo en Granada.
El término 'enjambre sísmico' fue utilizado por primera vez en 1899 por el geólogo austríaco Josef Knett, que denominó así al centenar de temblores detectados a principios de 1824 en torno los montes Metálicos (entre los actuales territorios de Alemania y República Checa), denotando la idea de que estos pequeños terremotos se agrupaban de forma similar a las abejas.
¿Por qué un 'enjambre' en el sur de España?
El origen de los múltiples terremotos que han sacudido Granada y sus alrededores en los últimos días parece encontrarse en la aproximación continua de cuatro a cinco milímetros anuales que tiene lugar entre las placas tectónicas eurasiática y africana.
Así lo afirman, en un comunicado difundido este martes, varios investigadores del departamento de Geodinámica de la Universidad de Granada (UGR) y del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra, que atribuyen la intensa actividad sísmica registrada en la provincia andaluza a "la liberación brusca de la energía acumulada en las fallas debido a esta compresión entre placas".
La nota emitida por la UGR recoge, asimismo, las palabras del investigador Jesús Galindo-Zaldívar, que especifica que "los eventos sísmicos recientes están relacionados con la actividad de fallas normales de dirección noroeste-sudeste, localizadas en el entorno de Santa Fe".
Este geólogo experto en geofísica explica también que la zona donde están teniendo lugar los seísmos se encuentra "fracturada en su interior", y que en estos casos "los periodos de mayor actividad sísmica", como el actual enjambre, "se desencadenan cuando la actividad de una falla produce un efecto dominó y dispara la actividad de otras fallas próximas".
Más allá de explicar las causas del fenómeno geológico que afecta a esta región concreta, los expertos no han precisado cuánto puede prolongarse el actual enjambre sísmico ni descartan próximos temblores de consideración.