México y la ONU polemizan ante la masacre de migrantes en el norte del país: "Por ningún motivo es igual a lo que sucedió en San Fernando"
El Gobierno de México refutó la opinión de un representante de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), que equiparó el reciente hallazgo de 19 cadáveres en Tamaulipas con la masacre de San Fernando, un caso paradigmático de la violencia que existió en el país durante la llamada "guerra contra el narcotráfico".
En ambos casos, se ha documentado la presencia de migrantes centroamericanos entre las víctimas.
La polémica inició cuando el representante en México de la (ONU-DH), Guillermo Fernández-Maldonado, manifestó su preocupación por el descubrimiento de 19 cuerpos calcinados en la localidad de Camargo, Tamaulipas, uno de los estados del país donde los cárteles de la droga tienen mayor presencia.
"Estamos profundamente preocupados por los hechos reportados por distintos medios sobre el hallazgo de 19 personas calcinadas en Tamaulipas. De acuerdo con la información recibida, al menos varias de las víctimas serían guatemaltecas", declaró Fernández-Maldonado, el pasado 26 de enero en un comunicado.
El 22 de enero, las autoridades mexicanas encontraron los cadáveres calcinados en dos camionetas. Los primeros reportes de las investigaciones señalan que la muerte de las personas pudo haber sido por impactos de bala de fuego y posteriormente fueron incinerados al interior de los vehículos.
"Estos hechos recuerdan a las masacres ocurridas en San Fernando, Tamaulipas, en 2010, y Cadereyta, Nuevo León, en 2012, donde los familiares de las víctimas siguen en búsqueda de verdad, justicia y reparación", agregó Fernández-Maldonado.
De este modo, el representante en México de la ONU-DH comparó lo ocurrido recientemente con la masacre de 72 migrantes en San Fernando, Tamaulipas, luego de que el 22 de agosto 2010, las autoridades mexicanas hallaran una fosa clandestina con los cadáveres.
El crimen fue cometido por integrantes del cártel de Los Zetas, luego de que los narcotraficantes secuestraron a migrantes provenientes de Honduras, El Salvador, Guatemala, Brasil y Ecuador, con el fin de que trabajaran como sicarios al servicio de la organización criminal. Al negarse a ello, las víctimas fueron ejecutadas.
La masacre de San Fernando es considerada como una de las mayores atrocidades cometidas por los cárteles de la droga en la historia de México.
No es "igual"
En respuesta al posicionamiento de la ONU-DH, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, señaló que la reciente masacre de 19 personas dista mucho de lo ocurrido en 2010.
➡️Ayer, el representante de la @ONUDHmexico, comparó el hallazgo de los 19 cadáveres en Tamaulipas con la masacre de San Fernando.Hoy, la secretaria de Gobernación dice que "por ningún motivo se parece a lo que sucedió en San Fernando". pic.twitter.com/6y59eMi8GC
— Ruido en la Red (@RuidoEnLaRed) January 27, 2021
"Por ningún motivo es igual a lo que sucedió en San Fernando. Todos los días a partir de que sucedió este evento, hemos estado en el gabinete de seguridad viendo los avances que se tienen sobre esta situación y te puedo decir, con mucha seguridad, que se ha avanzado muchísimo", dijo la funcionaria federal en conferencia de prensa matutina del 27 de enero.
Sánchez Cordero aseguró que el Gobierno federal tiene "mucha información" sobre lo ocurrido en Camargo, pero aún no se pueden dar a conocer los avances de la investigación porque este asunto "tiene que llevarse a cabo en la mayor de las secrecía", con el fin de no entorpecer las indagatorias.
Mientras tanto, el vicepresidente de Guatemala, Guillermo Castillo Reyes, condenó los hechos y solicitó al Gobierno mexicano dar más información sobre lo ocurrido.
"Necesitamos tener información forense de lo que ocurrió, para que el país tenga datos exactos. Son vidas, son nuestros connacionales. No es nada agradable saber que tuvieron que vivir esa experiencia lamentable en otro país", declaró el vicepresidente guatemalteco el pasado martes 26 de enero, al término de una reunión oficial.
La ONU-DH y el Gobierno de Guatemala lamentaron que la falta de oportunidades laborales obligue a muchos centroamericanos a abandonar sus países, para exponerse a los peligros que encierra la migración hacia EE.UU., en un contexto donde los traficantes de personas y la violencia son factores recurrentes.