El presidente de EE.UU., Joe Biden, firmó este miércoles una serie de acciones ejecutivas destinadas a combatir el cambio climático. Entre otras consecuencias, la medida supone un freno a nuevos contratos de arrendamiento de petróleo y gas en terrenos federales y busca reducir los subsidios a los combustibles fósiles.
Una amplia orden ejecutiva titulada 'Abordar la crisis climática en el país y en el extranjero' establece las consideraciones climáticas como un "elemento esencial de la política exterior y la seguridad nacional de EE.UU.". El documento llega después de que Biden nombrara al exsecretario de Estado John Kerry como su enviado presidencial especial para el clima, un puesto recién creado en el Consejo de Seguridad Nacional.
La orden también reafirma que Biden organizará una cumbre de líderes mundiales sobre el clima el Día de la Tierra, el próximo 22 de abril, e inicia el proceso de establecer los objetivos de emisiones acordados bajo el Acuerdo de París, al que EE.UU. volvió a ingresar la semana pasada. La directiva, además, instruye a las agencias federales a comprar energía limpia y vehículos eléctricos, así como se compromete con el objetivo de conservar para 2030 "al menos el 30 %" de las tierras y aguas federales y duplicar la producción de energía renovable procedente de instalaciones eólicas marina.
Por otra parte, el documento ordena pausar la firma de nuevos contratos de arrendamiento de petróleo y gas en tierras federales o aguas costeras "en la medida de lo posible" y autoriza una "revisión rigurosa" de todos los permisos relacionados con la explotación de combustibles fósiles en estos territorios, lo que provocó críticas por parte de los estados que dependen de los ingresos por perforación, recoge Reuters.
Dentro de las nuevas acciones ejecutivas, Biden ordenó también a las agencias federales que "eliminen los subsidios a los combustibles fósiles de conformidad con la ley aplicable". Sin embargo, no está claro qué subsidios podrían eliminarse bajo esta orden, dado que muchas de las exenciones fiscales de la industria están aprobadas por el Congreso.
Las nuevas medidas —que difieren radicalmente de las que tomó el expresidente Donald Trump, que buscó maximizar la producción de petróleo y gas en EE.UU. mediante la eliminación de regulaciones y la flexibilización de las revisiones ambientales— fueron criticadas por el sector energético, que señala que estas costarán millones de puestos de trabajo y miles de millones de dólares en ingresos, y teme que pongan bajo amenaza la independencia energética del país. Biden, sin embargo, asegura que la construcción de una infraestructura energética moderna, resistente y respetuosa con el clima creará millones de empleos bien pagados.
El presidente también firmó este miércoles una orden que restablece el Consejo de Asesores en Ciencia y Tecnología, que asesorará al presidente sobre temas que van desde la salud pública hasta la "equidad racial", y emitió un memorando que "dirige a las agencias a tomar decisiones basadas en evidencia guiadas por la mejor ciencia y datos disponibles".
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