El secretario general de la ONU, António Guterres, declaró que espera que la vacuna rusa contra el coronavirus sea reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) "lo antes posible" para que el fármaco pueda ser utilizado por Naciones Unidas.
En una entrevista con la agencia TASS, Guterres defendió que el antígeno ruso puede jugar "un papel muy importante" en la lucha contra la pandemia del covid-19. "Se puede usar en misiones de la ONU en las áreas más vulnerables, donde necesitamos vacunas para nuestros empleados y la población local", afirmó.
"La única condición para la ONU es que solo podemos usar vacunas aprobadas por la OMS. Sé que en estos momentos hay contactos entre las autoridades de Rusia y la OMS, espero que estos contactos lleven al hecho de que [la vacuna rusa] sea reconocida o certificada por la OMS lo antes posible", concluyó Guterres.
La vacuna Sputnik V
Sputnik V, que recibe su nombre del primer satélite artificial de la historia, lanzado por la URSS en 1957, es la primera vacuna rusa contra el covid-19. Desarrollada por el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya de Moscú, fue registrada el pasado 11 de agosto.
El antígeno utiliza una tecnología de adenovirus humano de dos vectores diferentes, Ad26 y Ad5, que se aplican en dos inyecciones. Esta solución no contiene adenovirus humanos vivos, sino vectores adenovirales, que no se multiplican y resultan completamente seguros para la salud. De hecho, el fármaco se basa en una plataforma de dos vectores ya existente con la que ya se crearon otras vacunas.
Según los resultados obtenidos durante la tercera fase de los ensayos clínicos, la eficacia de la Sputnik V es del 91,4 %. El cálculo se basó en el análisis de datos de 22.714 voluntarios.
El fármaco ya ha sido aprobado por doce países, entre ellos, Argentina, Venezuela, Bolivia, Paraguay, Emiratos Árabes Unidos, Argelia y Pakistán.