El secretariado de la Conferencia Episcopal de Tanzania advirtió sobre una nueva ola de infecciones de covid-19, al tiempo que el presidente, John Magufuli, sigue negándose a reconocer la presencia de la enfermedad en el territorio del país, informa este viernes AP.
La edición de este viernes del periódico de la Iglesia abre con un titular que llama a adoptar las medidas sanitarias que se han hecho comunes en todo el mundo, como el distanciamiento social y la utilización de mascarillas.
La opinión escéptica del presidente
Mientras tanto, Magufuli se manifestó una vez más del todo escéptico acerca del desarrollo de las vacunas ya existentes, y acusó a aquellos de sus compatriotas que han viajado al exterior para vacunarse, de llevar a su regreso la enfermedad a Tanzania.
"Si el hombre blanco hubiera podido inventar las vacunas, entonces se habrían creado las vacunas contra el VIH, la tuberculosis sería cosa del pasado, se habrían desarrollado vacunas contra la malaria y el cáncer", afirmó. "Que seamos firmes", agregó. "Las vacunas [disponibles contra el coronavirus] son inapropiadas". Al mismo tiempo, instó al Ministerio de Salud a no apresurarse a distribuir los fármacos sin confirmar su seguridad.
El presidente de Tanzania incluso elogió al ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, por no usar mascarilla durante su visita este mes, calificándolo como otra señal de que Tanzania está libre del virus.
En el contexto de estas declaraciones, AP destaca que el gobierno de la nación africana, en su intento de prevenir una mayor crisis económica, apostó por no imponer cierres o toques de queda, como es el caso de los países vecinos.
Alerta de los expertos en salud y miembros de la sociedad civil
La postura de Magufuli contrasta fuertemente con la opinión de los especialistas en salud del mundo entero y de los líderes de la sociedad civil de Tanzania. "Los tanzanos tienen derecho a la vacunación contra el covid", subrayó uno de los líderes de la oposición, Zitto Kabwe, y sostuvo que un gobierno que no protege a sus ciudadanos carece de legitimidad.
Matshidiso Moeti, jefa de África de la Organización Mundial de la Salud (OMS), sostuvo que "estamos reiniciando la comunicación al más alto nivel de liderazgo" con Tanzania, buscando la colaboración del Gobierno "por el bien de la gente del país y de los países vecinos, así como por el bien del mundo". Además, instó al gobierno de Magufuli a compartir sus datos del virus con la OMS y prepararse para el proceso de vacunación.
Al referirse a la situación sanitaria en Tanzania, John Nkengasong, director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África, hizo hincapié en que "si no luchamos contra esto [el coronavirus] como un mismo colectivo en el continente, estaremos condenados".
Aidan Eyakuze, activista de la iniciativa Twaweza East Africa, que promueve la transparencia gubernamental, declaró que "negando la pandemia, Tanzania podría acabar al final de una larga lista de espera" por las vacunas.
Desde abril de 2020, el país africano dejó de actualizar el número de infecciones por coronavirus, que fijó en 509 casos. Hasta la fecha, los datos de la Universidad Johns Hopkins mantienen esa misma cifra para Tanzania.