La Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) ha dado este viernes su autorización al uso de emergencia de la vacuna elaborada por el laboratorio británico AstraZeneca como fármaco inmunizante contra el covid-19 en los países miembros de la Unión Europea (UE).
La EMA ha anunciado que "después de evaluar todos los datos disponibles", su Comité de Medicamentos Humanos "ha acordado que los beneficios de esta vacuna contra el covid-19 superan los riesgos conocidos y potenciales en personas a partir de los 18 años".
Asimismo, desde esta agencia europea indican que "la evaluación de la seguridad y la eficacia general [de esta vacuna] se basa en estudios clínicos que incluyeron a 24.000 personas" y aseguran que pronto recibirán "datos adicionales provenientes de un estudio actualmente en curso" en EE.UU.
La validación de esta vacuna llega en pleno conflicto entre la UE y AstraZeneca a raíz de los retrasos en la distribución anunciados hace una semana desde la compañía, y horas después de que Bruselas hiciese público el contrato en el que se detallan las condiciones del abastecimiento.
Las crecientes tensiones entre las autoridades del bloque comunitario y la farmacéutica no han interferido en el proceso por el que la EMA ha dado su visto bueno a la vacuna, pero los retrasos en la distribución de los viales han hecho que varios territorios de la UE tengan que suspender momentáneamente sus campañas de vacunación o reajustar sus calendarios a causa de la imprevista escasez de dosis.
Una semana de tensión
El conflicto entre la UE y AstraZeneca tiene su origen en el anuncio que la farmacéutica británica hizo hace una semana, detallando que tendría que reducir el volumen de entrega inicialmente pactado con Bruselas en un 60%, alegando problemas de producción en una de sus fábricas, ubicada en Bélgica.
La explicación no ha satisfecho a las autoridades europeas, que han hecho público hoy el contrato de adquisición de vacunas a AstraZeneca, demostrando que el documento compromete al laboratorio a utilizar todos los medios a su alcance –incluidas sus fábricas en el Reino Unido– para agilizar la producción si fuese necesario.
La UE acordó inicialmente con la farmacéutica inglesa la compra de 300 millones de dosis con opción a 100 millones más, en una operación en la que entregó por adelantado 336 millones de euros.