La Autoridad de Antigüedades de Israel ha comunicado este viernes el hallazgo en el valle de Timna, en el sur del país, de un tejido que data, aproximadamente, del año 1000 a. C.
El púrpura, tono del tejido encontrado, era un color muy valorado en ducha época, hasta el punto que lo asociaban con los nobles, lo sacerdotes y los reyes, tanto por sus cualidades únicas como por el costo de producción.
"El hermoso tono púrpura, el hecho de que no se destiñe y la dificultad para producir el tinte, que se encuentra en cantidades minúsculas en el cuerpo de unos moluscos, lo convirtieron en el tinte más valorado, y a menudo era más caro que el oro", explica la doctora Naama Sukenik, de la Autoridad de Antigüedades.
Aunque el pigmento se menciona en varios textos antiguos, entre ellos la Biblia, hasta el descubrimiento del valle de Timna solo se habían podido localizar los lugares donde se producía el tinte, pero no el producto final.
"Ahora, por primera vez, tenemos evidencia directa de los propios tejidos teñidos, conservados durante unos 3.000 años", señala la arqueóloga. Si esos tejidos se han conservado tan bien durante tanto tiempo es gracias a la sequedad del valle de Timna. En ese sentido, esa región es solo comparable con la fortaleza de Masada y las cuevas de Qumran, donde se preservaron durante siglos los famosos Manuscritos del Mar Muerto, aunque esos dos yacimientos se remontan a épocas mucho más recientes, dijo a la Autoridad de Antigüedades el profesor Erez Ben-Yosef, de la Universidad de Tel Aviv.
Evidencia de sociedades nómadas estratificadas
Las excavaciones del valle de Timna pueden aportar muchos conocimientos a lo que los arqueólogos saben sobre la historia de la región hace 3.000 años. En particular, han localizado en el área un importante centro de producción de cobre.
"En los últimos años hemos estado excavando un nuevo sitio en Timna, conocido como 'Colina de esclavos'. El nombre puede inducir a error, ya que lejos de ser esclavos, los trabajadores eran metalúrgicos altamente calificados. [...] La fundición de cobre requería avanzados conocimientos de metalurgia, un saber que se mantenía como un secreto muy bien guardado, y quienes lo poseían eran los expertos en 'alta tecnología' de la época", indica el profesor Erez Ben-Yosef, de la Universidad de Tel Aviv.
Durante el período referido, el valle de Timna formaba parte del reino de Edom, ubicado en el sur de Israel, opinan los científicos. El hallazgo hace reconsiderar la complejidad de las sociedades nómadas, afirma el profesor: "Los nuevos hallazgos refuerzan nuestra suposición de que había una élite en Timna, lo que da fe de una sociedad estratificada. Además, dado que los moluscos [con lo que se elabora el tinte púrpura] son autóctonos del Mediterráneo, esta sociedad evidentemente mantuvo relaciones comerciales con otros pueblos que vivían en la llanura costera. Sin embargo, no tenemos evidencia de asentamientos permanentes en el territorio edomita".