Los directores ejecutivos de ExxonMobil y Chevron, Darren Woods y Mike Wirth, mantuvieron conversaciones preliminares a principios de 2020 sobre la posible fusión de sus empresas en lo que se habría convertido en una de las mayores fusiones corporativas de la historia, informó The Wall Street Journal citando a personas familiarizadas con el asunto.
La discusión empezó luego de que el brote del coronavirus diezmara la demanda de petróleo y gas y pusiera una enorme presión financiera en ambas compañías. Las acciones de las dos empresas cayeron en picado y las consecuencias de la pandemia hicieron que el valor del petróleo se hundiera.
Actualmente, las conversaciones sobre el acuerdo que remodelaría la industria petrolera no siguen en curso, pero podrían volver en el futuro, dicen las fuentes del periódico estadounidense.
El valor de mercado de una empresa combinada podría superar los 350.000 millones de dólares. Juntos, probablemente formarían la segunda compañía petrolera más grande del mundo por capitalización de mercado y producción, solo superada por Saudi Aramco.
No obstante, la potencial fusión podría enfrentar desafíos regulatorios y antimonopolio en el país norteamericano. Además, algunos legisladores estadounidenses culpan a las grandes petroleras de contribuir al cambio climático, un asunto que la nueva Administración ha convertido en una de sus prioridades.