La diócesis de Londres inició una investigación interna este jueves después de que el clérigo Jarel Robinson-Brown arremetiera contra el acto en honor de Tom Moore, un veterano británico de guerra fallecido a los 100 años esta semana, al calificar el aplauso nacional en su honor como "culto del nacionalismo británico blanco".
El sacerdote se negó a unirse a la ceremonia celebrada este miércoles para conmemorar a Moore, quien el año pasado recaudó casi 33 millones de libras esterlinas (más de 40 millones de dólares) para el servicio de salud del país y se convirtió en un héroe nacional. "Ofreceré oraciones por el descanso de su alma bondadosa y generosa, pero no me uniré al aplauso nacional", tuiteó Robinson-Brown.
La publicación generó mucho rechazo, por lo que el cura pidió disculpas por su tuit e incluso terminó eliminando su cuenta de la plataforma. Sin embargo, un internauta ofendido, Jimmy Scotchford, lanzó una petición en línea, pidiendo a la iglesia que el clérigo fuera destituido de su puesto.
"[..] Es una figura divisiva y perjudicial que ha insultado la memoria de un tesoro nacional y verdadero héroe de este país, junto con millones de personas decentes a las que está tachando de intolerantes y racistas. Estos arrebatos no ayudan a la cohesión de la comunidad", motivó el usuario su iniciativa que ha acumulado más de 18.000 firmas.
Por su parte, la diócesis de Londres publicó un comunicado en el que condenó los comentarios de Robinson-Brown sobre la muerte del veterano, calificándolos de "inaceptables, insensibles, mal juzgados", y también mostró su rechazo al acoso que sufrió el religioso en redes.
"El hecho de que él haya retirado inmediatamente su tuit y se haya disculpado posteriormente no deshace el daño que ha causado. Las acciones de Jarel tampoco justifican el abuso racista que está recibiendo ahora", reza el mensaje que también insta a todo el clero a que actúe en las redes sociales de acuerdo con las directrices establecidas por la Iglesia anglicana al respecto.
Anteriormente, Robinson-Brown había publicado tuits provocativos, críticos con los altos funcionarios de Reino Unido, a quienes tachaba de "opresores". Además, suponía que "el actual Gobierno británico no quiere que las personas en situación de pobreza y sin hogar sobrevivan esta pandemia" o se mostró incrédulo con los ciudadanos que creían que las autoridades se preocupan por su bienestar.