China ha puesto a prueba su sistema de defensa antiaérea y ha llevado a cabo un lanzamiento de misiles antibalísticos (ABM) este jueves para probar su capacidad de interceptar y derribar un misil del enemigo en pleno vuelo. El Ministerio de Defensa del país asiático calificó la prueba como exitosa y precisó que fue realizada dentro de las fronteras nacionales.
Los militares chinos no revelaron detalles técnicos del lanzamiento, pero subrayaron que la prueba fue de carácter defensivo y no estaba dirigida a ningún país en particular.
No obstante, una fuente de South China Morning Post, cercana al Ejército chino, contó que los misiles antibalísticos probados este jueves podrían ser capaces de interceptar una ojiva nuclear y la prueba podría estar dirigida contra India, país con el que las relaciones de Pekín empeoraron durante el último año por la antigua disputa territorial en la frontera común en la región del Himalaya.
Según recientes reportes de los medios locales, India planea desplegar este año su misil balístico Agni-V, con capacidad nuclear y un alcance estimado en más de 5.000 kilómetros, apresurándose a hacerlo en gran parte por los conflictos en la frontera con China.
"Es una tecnología que China lleva desarrollando desde hace tiempo. La prueba del jueves podría tener como objetivo advertir a India, que solía adoptar una estrategia de chantaje nuclear cuando trataba con China", comentó la fuente militar de South China Morning Post.