Un equipo de investigación del Congreso de EE.UU. ha encontrado en algunos productos populares de comida para bebés "niveles peligrosos de metales pesados tóxicos" como arsénico, plomo, cadmio y mercurio, que pueden provocar daños neurológicos, según se detalla en un informe publicado este jueves.
El documento señala que los estándares internos de varios fabricantes "permiten niveles peligrosamente altos de metales pesados" en alimentos para bebés que están siendo comercializados, e insta a los reguladores a establecer estándares y requisitos más estrictos para esta industria.
Un subcomité de la Cámara de Representantes solicitó datos internos de siete empresas en 2019 después de que la organización sin fines de lucro Healthy Babies Bright Futures publicara resultados preocupantes de pruebas hechas en alimentos para bebés.
Cuatro de las empresas colaboraron con la investigación: Nurture Inc, Hain Celestial Group Inc, Beech-Nut Nutrition y Gerber, una unidad de Nestlé. Mientras que Walmart Inc, Campbell Soup Co y Sprout Organic Foods se negaron a cooperar, lo que aumentó la preocupación de que estas compañías puedan "estar ocultando la presencia de niveles aún más altos de metales pesados tóxicos en sus productos".
Perjudiciales para la salud humana
"La investigación reveló que los fabricantes venden a sabiendas alimentos infantiles contaminados a padres desprevenidos, a pesar de que los resultados de las pruebas internas de la empresa muestran altos niveles de metales pesados tóxicos y sin ninguna etiqueta de advertencia", señaló Raja Krishnamoorthi, el legislador demócrata que dirige el Subcomité de Supervisión de Políticas Económicas y del Consumidor.
Los metales pesados señalados son considerados como perjudiciales para la salud humana, según la Administración de Drogas y Alimentos de EE.UU. (FDA). La exposición de los niños a estos elementos puede provocar una "disminución permanente en el coeficiente intelectual" con múltiples consecuencias a futuro, advierte el informe.
Los autores del documento también criticaron a la Administración del expresidente Donald Trump, debido a que "ignoró una presentación secreta de la industria a los reguladores federales que revelaba el aumento de los riesgos de los metales pesados tóxicos en los alimentos para bebés", recoge Reuters.