En Tanzania, una funcionaria médica fue suspendida después de que informara de una enfermedad de origen desconocido que supuestamente se había cobrado 15 vidas y afectado a 50 personas más provocando que los pacientes vomitaran sangre.
El pasado domingo, la ministra de Salud del país, Dorothy Gwajika, ordenó a las autoridades que investigaran las informaciones y suspendieran a la doctora Felista Kisandu, jefa médica del distrito de Chunya, por haber causado un "pánico innecesario entre los residentes" con sus declaraciones, informa el periódico The Citizen.
Previamente, Kisandu informó a la agencia Anadolu de que se habían enviado muestras de agua y de sangre de los pacientes para un análisis en busca de rastros de contaminación por mercurio, pero el Ministerio de Salud de Tanzania aseguró que no había señales de ningún brote. Según la doctora, el examen clínico inicial reveló que los pacientes, en su mayoría hombres, padecían úlceras estomacales y enfermedades hepáticas. Síntomas parecidos fueron reportados en la misma área en 2018.
Desde abril de 2020, el país africano dejó de actualizar el número de infecciones por coronavirus, que fijó en 509 casos. Hasta la fecha, los datos de la Universidad Johns Hopkins mantienen esa misma cifra para Tanzania. El presidente, John Magufuli, sigue negándose a reconocer la presencia de la enfermedad en el territorio del país.