Discurso genocida, negacionismo o mitomanía: las razones por las que un grupo de científicos brasileños pide el 'impeachment' contra Bolsonaro

Los profesionales denuncian que el presidente enfrentó la pandemia con irresponsabilidad en aras de beneficios políticos.

Un grupo de científicos solicitó el inicio de un juicio político en contra del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, al denunciar que usó un "discurso genocida" y negó la gravedad de la pandemia, lo que dañó la salud de la población y provocó que sea el país latinoamericano con el mayor número de personas fallecidas por coronavirus.

Los especialistas no están solos. Bolsonaro es el presidente con más pedidos de 'impeachment' en la historia de Brasil. En poco más de dos años de gobierno ya suma más de 60, aunque por ahora no pueden avanzar gracias a que dos de sus aliados fueron elegidos para liderar la Cámara de Diputados y el Senado, posiciones desde las que bloquearán cualquier trámite parlamentario en pos de la destitución.

De cualquier forma, cada solicitud deja un registro de todo lo que hizo Bolsonaro durante la pandemia. Es el caso de este nuevo pedido, que fue firmado por médicos, investigadores, farmacéuticos, especialistas en bioética, docentes y un exministro de Salud, José Gomes Temporao.

La denuncia, que consta de 54 páginas, aclara que se limita a los hechos ocurridos entre el 24 de marzo de 2020 y el 20 de enero de 2021, periodo en el que Bolsonaro "abusó de los derechos constitucionales y políticos inherentes a su cargo, en detrimento de la salud de la población, para sacar ventaja política para sí mismo en medio de la pandemia de covid-19".

Con su estrategia, añade, el presidente socavó la relación entre los diferentes estados de Brasil, lo que era indispensable en medio de una emergencia sanitaria, y daño la "dignidad y honor" de su cargo "por su reiterado incumplimiento de decoro".

También añade que el presidente difundió desinformación, instó al incumplimiento de las medidas sanitarias y fomentó la ilusión de un "tratamiento temprano", que llevó a la gente a arriesgar su salud ante un virus letal.

"Además de negar la gravedad de la pandemia y adherirse a un negacionismo científico incompatible con la respetable tradición sanitaria en Brasil, el señor Bolsonaro actuó para que las respuestas fueran menos efectivas (...) conductas, todas intencionales y calculadas para su beneficio político", acusa.

Cronología

La denuncia enumera lo sucedido en Brasil desde el 3 de febrero del año pasado, cuando el Ministerio de Salud declaró la emergencia sanitaria por la pandemia.

Desde entonces, afirma, Bolsonaro minimizó el coronavirus, se negó a implementar una cuarentena, alentó a desobedecer las medidas de distanciamiento social y de prevención, como el uso de mascarillas, y promovió "medicamentos precoces" como la hidroxicloroquina, que no contaban con ninguna evidencia científica.

El negativo comportamiento del presidente, señala, impidió que los esfuerzos de otras instituciones, en particular el Congreso Nacional, el Poder Judicial y los Ejecutivos estatales y municipales, pudieran compensar la ausencia de políticas y el enfoque epidemiológico que debía asumir el Gobierno federal.

Uno de los ejemplos más claros fue la campaña publicitaria oficial 'Brasil no puede parar', en la que se usaron millonarios fondos públicos para rechazar la cuarentena en lugar de invertirlos en salud.

A ello se le suman los permanentes ataques de Bolsonaro a la prensa que investigaba e informaba sobre los efectos de la pandemia. "El 24 de marzo de 2020, el presidente hizo un comunicado oficial en la radio nacional y televisión, acusando a la prensa de promover la 'histeria', imputando a los alcaldes y gobernadores cautelosos el deseo de arruinar el país", recuerda la acusación de los científicos.

Las declaraciones y políticas del presidente, afirma, llevaron a Brasil a un "precipicio negacionista" que implicó hasta ahora la pérdida de más de 232.000 vidas, además de los casi dos millones de contagios.

"Durante casi un año, (Bolsonaro) no ha escatimado esfuerzos para dañar a los agentes políticos, médicas y médicos, enfermeras y enfermeros que trabajan para tratar de reducir el número de muertos durante la pandemia, llegando al colmo de promover la incredulidad en las vacunas para nuestro pueblo que, de buena fe, cree en la palabra del presidente de la República", afirma.

Como resultado, lamenta, Brasil, que era un ejemplo en la implementación de las políticas de salud pública, "se convirtió en un ejemplo negativo en la lucha contra la pandemia, y cada vez más brasileños mueren porque han sido relegados a daño colateral de las ominosas ambiciones políticas del señor Bolsonaro".

Imputaciones

El escrito adjudica el colapso sanitario que padece la ciudad de Manaus, a "la ineficacia, saboteadora, mitomaniaca y beligerante" del Gobierno. "Resulta evidente que el señor Bolsonaro politizó criminalmente la política federal para combatir la pandemia, obtener una ventaja política para sí mismo y dañar políticamente otras autoridades que trata como enemigas", señala.

Su abuso de poder, acusa, resulta en una "patente violación" del derecho a la salud de los brasileños a través de mentiras, desinformación médica, incitación a la desobediencia sanitaria, falsedades sobre la responsabilidad exclusiva de alcaldes y gobernadores, la omisión intencional en la compra de vacunas, manifestaciones xenófobas contra China y negación absoluta de sus obligaciones, ya que es un jefe de Estado que promueve la polarización y la violencia.

Para tramitar el juicio político, los científicos recomiendan convocar como testigos a Luiz Henrique Mandetta, exministro de Salud; Dimas Tadeu Covas, director del Instituto Butantan; Carlos Murillo, presidente de Pfizer en Brasil; Clóvis Arns da Cunha, presidente de la Sociedad Brasileña de Enfermedades Infecciosas; Karine de Souza Oliveira Santana, profesora de Salud Colectiva de la Facultad de Medicina de Bahiana, Margareth Dalcolmo, científica e investigadora de la Fiocruz y Miguel Nicolelis, coordinador del Comité Científico del Consorcio Nordeste de Combate.

Cecilia González