La autopsia preliminar realizada sobre el cuerpo de Úrsula Bahillo, una joven de 18 años que fue asesinada este lunes cerca de la ciudad de Rojas, Provincia de Buenos Aires (Argentina), reveló que la víctima recibió al menos 15 puñaladas en la espalda, el torso y su cuello.
De esta forma, los investigadores creen que el ataque comenzó por detrás, y cuando la joven intentó escapar, el agresor la sujetó para continuar clavándole el objeto punzante reiteradas veces.
El único acusado de "homicidio calificado por violencia de género" es el policía Matías Ezequiel Martínez (25), su exnovio, quien estaba de licencia psiquiátrica hace cinco meses. Para el fiscal del caso, Sergio Terrón, se trató de un "femicidio con alevosía y premeditación".
Luego del asesinato, el implicado fue trasladado a un centro de salud, ya que fue encontrado herido cerca del cadáver. En la escena del crimen, Martínez estaba dentro de un vehículo, junto a un cuchillo de carnicero con manchas de sangre. Ahora, la Fiscalía intenta determinar si se autolesionó para simular un forcejeo con la chica, o si intentó quitarse la vida.
Por su parte, la Justicia de Garantías ya ordenó formalmente la detención del sujeto, convalidando la acusación, y se espera por conocer la declaración indagatoria del acusado ante la Fiscalía, que debería producirse una vez que Martínez sea dado de alta. Si el hombre es declarado culpable, podría recibir la cadena perpetua.
Repercusión
Este asesinato generó una gran conmoción en el país sudamericano, sobre todo cuando se dio a conocer que la víctima ya había denunciado las amenazas ante las autoridades.
Además, se viralizaron conversaciones de la joven en las cuales les contaba a sus amigas las agresiones que padecía: "Me callé siempre hasta que me vi muerta, por eso lo denuncié", se lee en una captura de pantalla.
Frente a la consternación generalizada, el propio presidente, Alberto Fernández, pidió ser "inflexibles" con los femicidas. "Hay que terminar con estos hechos definitivamente en Argentina", remarcó.
A su vez, el Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires intervino la seccional de Rojas, incluyendo la Comisaría de la Mujer. Asimismo, Asuntos Internos trabaja en una auditoría, mientras gran parte de la sociedad apunta contra las autoridades estatales por no haber actuado ante los pedidos de la víctima.
Al respecto, según oficios policiales citados por Télam, la Justicia de Paz de Rojas ordenó que se le otorgara a Úrsula un botón antipánico recién el mismo día del crimen. La disposición se hizo por correo electrónico, pero nadie lo abrió y el dispositivo nunca fue entregado.
"Se va a caer"
En cuanto al acusado, ya había recibido denuncias previas por violencia de género, e incluso debía ir a la Fiscalía para responder preguntas por otros casos. Belén Miranda, otra expareja de Martínez, también asegura haber recibido hostigamientos.
De hecho, ella misma estaba en contacto con la víctima, y se intercambiaban mensajes para apoyarse mutuamente: "Se va a caer", le dijo Úrsula en uno de ellos, mencionando una habitual consigna feminista en contra del patriarcado, cuando acababa de hacer la denuncia de manera formal.
En medio de la indignación, Belén escribió una emotiva carta luego de darse a conocer el crimen: "Todavía te siento con todo ese miedo a morir y la necesidad de desahogarte. Úrsula, todavía te siento desesperada, te miro a los ojos y veo el terror que tenías de ser una más en una lista enorme de femicidios", se lee en el texto.
El crimen también motivó manifestaciones en el pueblo, la ciudad de La Plata y la capital argentina. Antes, a las pocas horas del femicidio, se había producido una protesta frente a la Comisaría de Rojas para exigir Justicia, que acabó con ocho detenciones —ya fueron todos liberados— y una chica herida en un ojo por un perdigón policial.
"¿Cuándo se va a terminar?"
Este jueves, se desarrolló el velatorio de la víctima, cuyo cortejo fúnebre fue acompañado por una multitud. "Se fue un ángel al cielo y hoy es una mártir por haber derramado su sangre por una persona realmente asesina", expresó su madre después de la ceremonia.
En las últimas horas, muchos cibernautas revisaron las publicaciones que la propia Úrsula escribió de forma reciente en las redes sociales, y recibieron miles de 'likes'.
"Cómo se me pasan los días y sigo viviendo toda esta mierda. ¿Cuándo se va a terminar?", preguntaba en una publicación.
En 2020, el año de la pandemia, aumentaron un 21,4 % las denuncias por violencia de género en Argentina con respecto al año anterior, registrando más de 108.000 alertas telefónicas, según el Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad.
Si te ha parecido interesante, compártelo con tus amigos.