El exvicepresidente de EE.UU. Mike Pence huyó de los participantes al asalto del Capitolio el pasado 6 de enero acompañado del famoso maletín nuclear, que contiene el equipo necesario para autorizar un ataque nuclear de forma inmediata.
Las imágenes inéditas de ese día, exhibidas esta semana en el marco del juicio político a Donald Trump, muestran a un oficial militar portando el maletín, apodado en inglés 'balón nuclear' ('Nuclear football'), mientras custodiaba y conducía a Pence y a su familia, acompañado de agentes del Servicio Secreto, hacia una escalera para ponerlo a salvo de los manifestantes.
"Cuando los alborotadores llegaron a la parte superior de las escaleras, estaban a menos de 30 metros de donde se refugiaba el vicepresidente con su familia (…) Periodistas en el Capitolio reportaron que podían escuchar a la turba pidiendo la muerte del vicepresidente de Estados Unidos", comentó al respecto este miércoles Stacey Plaskett, legisladora demócrata y fiscal del actual juicio político.
De acuerdo con CNN, los oficiales militares que supervisaban el proceso de autorización dispuesto dentro del maletín desconocían la situación del vicepresidente dentro del Capitolio. Solo después de revelado el nuevo material audiovisual en el Senado, el Comando Estratégico de EE.UU. se dio cuenta de la gravedad de los hechos. Asimismo, no está claro si otros elementos de seguridad nacional del Gobierno, como los funcionarios del Pentágono, estaban al tanto de peligro al que estaban expuestos Pence y su equipo.
"El riesgo asociado con que los insurrectos pusieran sus manos en el 'balón' de Pence no era que iniciaran un lanzamiento no autorizado, sino que obtuvieran su contenido, que incluye opciones de ataque nuclear planificadas previamente, y otros contenidos que podrían haber compartido con el mundo", dijo al canal el experto en política de armas nucleares Kingston Reif.
Un funcionario de Defensa comentó que el oficial a cargo mantuvo el control del maletín en todo momento. Dado que el entonces presidente Trump se mantuvo a salvo en la Casa Blanca, el sistema de Pence nunca se activó. El Pentágono y el Consejo de Seguridad Nacional se negaron a comentar el caso con el medio.