La brutal paliza que el pasado viernes dos agentes de la Policía Nacional de España dieron a un hombre y a su hija menor, de 14 años, ha desatado protestas y disturbios en la localidad de Linares, en Andalucía, al sur del país.
Los dos policías fueron detenidos tras protagonizar una escalofriante agresión que se viralizó en las redes sociales después de que los vecinos la grabaran en video. En las imágenes se aprecia cómo los dos funcionarios agreden a un individuo durante varios minutos, incluso cuando ya se encuentra en el suelo. También golpean a la hija del hombre, de 14 años, mientras esta grita pidiendo ayuda y a otros viandantes que intentan evitar la agresión.
Al parecer, los hechos comenzaron cuando el hombre agredido dio un codazo accidental a uno de los agentes al salir de un bar de la localidad. Según el cuñado de la víctima, Javier, los dos agentes "se volvieron locos". Estaban de paisano, fuera de servicio, bebiendo con otras dos personas en la terraza del local y tras el choque fortuito comenzaron los insultos, que derivaron finalmente en la agresión.
"Me dijo que me iba a ir preso con él, que me iba a pegar si no lo soltaba, que hasta que mi cuñado no sangrara no iba a parar", ha contado Javier a La Sexta, donde también ha relatado que su familiar recibió puñetazos, patadas y le pisaron la cabeza cuando ya estaba reducido en el suelo, "como en una intervención policial".
La víctima de la agresión sufrió varias lesiones en la cara, entre ellas una fractura de nariz, y ha tenido que ser ingresado en el hospital en dos ocasiones desde el pasado viernes. Aunque ha sido dado de alta, se teme que los problemas en una córnea puedan hacerle perder la visión del ojo.
Por su parte, la menor tiene una fisura en un brazo y un ojo hinchado debido a un puñetazo.
Ingreso en prisión y retirada de placa y pistola
Los dos agresores, un agente y un subinspector de la Policía Nacional, fueron detenidos inmediatamente y se les retiró la placa y la pistola. Se negaron a declarar ante sus compañeros de la Policía de Linares, aunque sí lo hicieron posteriormente ante el juez por videoconferencia, después de que se decidiera trasladarlos a la Comisaría Provincial de Jaén ante las masivas protestas que comenzaron a darse ante los juzgados, donde estaba previsto en un principio que fueran conducidos.
Los dos agentes están acusados de un delito de lesiones agravadas por el empleo de métodos o técnicas peligrosas en el que ha mediado ensañamiento. Desde la madrugada del sábado, se encuentran en prisión preventiva, comunicada y sin fianza.
La Dirección General de la Policía ha informado de que se les ha abierto un expediente disciplinario para determinar las sanciones que les impondrán y ha reiterado "su más enérgica condena por estos hechos y por la actitud" de los dos agentes.
Entre sus compañeros del cuerpo policial, también se ha generado indignación por unos hechos que dicen que no les representan. Así, se ha difundido un video en el que un agente asegura que "los primeros interesados en que se haga Justicia y que la ley caiga sobre ellos sin contemplaciones" son ellos. "Estamos para protegeros, no para abusar", concluía este funcionario.
Violencia en Linares
Lo sucedido ha desatado una ola de protestas, así como altercados, en las calles de Linares, la segunda ciudad más poblada de la provincia de Jaén.
El sábado la tensión crecía a las puertas del juzgado, donde se esperaba que los dos detenidos fueran a declarar. Cuando los manifestantes se enteraron de que finalmente los dos agentes no acudirían porque habían sido trasladados a Jaén, comenzaron los disturbios con la rotura de abundante mobiliario público.
Posteriormente, a las ocho de la tarde, se convocó una concentración frente a la Comisaría de Linares. Aunque algunos de los asistentes tenían un carácter pacífico, otros se enfrentaron con las fuerzas antidisturbios.
Hasta Linares se desplazaron efectivos de la capital provincial, Jaén, así como de otras poblaciones, como Andújar o Úbeda, con material antidisturbios.
El conflicto terminó alrededor de las 10 de la noche, cuando empieza el toque de queda como medida restrictiva para frenar la pandemia de coronavirus. Tres grupos de jóvenes fueron disueltos por la Unidad de Intervención Policial (UIP) y se produjeron 14 detenciones, entre las que se encuentran dos menores. Todos ellos quedaron en libertad a lo largo de la noche.
El Ayuntamiento de la ciudad ha cifrado los desperfectos ocasionados en 30.000 euros en material urbano. Los vehículos y negocios de particulares también se vieron afectados con la rotura de cristales.
El Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento del parque de bomberos de Linares desplegó un amplio dispositivo desde las 19:00 horas hasta las 2 de la madrugada del domingo durante el que efectuaron más de una decena de salidas por diferentes emergencias y frenaron la quema de más de 20 contenedores en diferentes puntos de la ciudad.
El alcalde del municipio, Raúl Caro-Accino, además de manifestar "la más absoluta repulsa y condena a estos hechos tan lamentables", ha indicado que "la indignación legítima que ha provocado en la sociedad linarense la brutal agresión a un vecino de la localidad el pasado viernes no puede justificar en absoluto las reacciones y los incidentes" producidos.
Heridos de bala en los disturbios
La polémica por la actuación de los dos agentes ha aumentado después de que trascendiera que, durante los disturbios producidos la noche del sábado, los agentes antidisturbios utilizaron una escopeta de postas cargada.
El resultado ha sido dos jóvenes heridos que tuvieron que ser atendidos en el hospital. En un primer momento, la Policía calificó los hechos como un "error" de alguno de los funcionarios, que cogió un arma cargada. Por el momento, se investiga quién realizó los disparos y de dónde procedieron para depurar responsabilidades.
Los agentes antidisturbios utilizan escopetas para disparar pelotas de goma, así como salvas (cartuchos sin munición), pero, al parecer, un agente habría cogido una escopeta de un coche patrulla, unas armas que siempre están cargadas con munición real.