Una agencia gubernamental pide al personal su talla de la cintura para decidir si deben acudir a la oficina en plena pandemia
La Agencia de Licencias de Conducir y Vehículos de Reino Unido (DVLA, por sus siglas en inglés) está utilizando un sistema de puntos con el objetivo de evaluar qué empleados deberían trabajar desde casa y cuáles podrían acudir a la oficina durante la pandemia del coronavirus. Según reveló The Mirror, uno de los requisitos planteados ante el personal fue confirmar detalles sobre su talla de cintura.
En una nota interna destinada a los empleados a la que tuvo acceso el diario, la agencia con sede en Swansea, Gales, pidió aclarar a las mujeres si su talla medía más de 34 pulgadas (86,4 centímetros) y en el caso de los hombres, si la suya superaba las 40 pulgadas (102 centímetros).
La pregunta causó indignación entre las organizaciones sindicales. El Sindicato de Servicios Públicos y Comerciales (PCS) la calificó de "humillante e insultante" y acusó al organismo gubernamental de intentar forzar a más empleados a trabajar desde la oficina pese a que ello supone un riesgo más elevado de contraer covid-19.
La Agencia de Licencias de Conducir y Vehículos argumentó que lleva a cabo la evaluación de riesgos siguiendo las recomendaciones del Gobierno de Gales. La herramienta de evaluación propuesta por las autoridades tiene como objetivo ayudar a las empresas a determinar qué empleados son más vulnerables ante el covid-19 y deberían trabajar desde casa y quiénes podrían trabajar con más seguridad en la oficina cumpliendo con las medidas de distanciamiento social e higiene básica.
El sistema se basa en puntos que corresponden a los factores considerados de riesgo, como la edad, el sexo ("el covid-19 parece tener un mayor impacto en los hombres que en las mujeres"), la etnia, comorbilidades, historia clínica familiar, embarazo y obesidad. Este último punto es en el que se basó la pregunta sobre la talla de cintura.
La agencia negó que la evaluación sirviera para reincorporar a los empleados al trabajo y afirma que desde que esta se lleva a cabo, más trabajadores fueron dados de baja laboral remunerada. También insistió en que parte del personal ya trabaja desde casa si su cargo lo permite, mientras que otros desempeñan funciones "operativas" que no pueden realizarse a distancia.
Sin embargo, a algunos empleados no les sentó nada bien el proceder de la DVLA. Uno de los trabajadores comentó a The Mirror que "la gente está nerviosa, disgustada, preocupada por la cantidad de personas que hay en el lugar" porque "es muy difícil sentirse seguro" cuando en la misma planta se encuentran unos 130 empleados.
"Creo que esto es el colmo para algunas personas. La gente siente que esto es algo más que están utilizando para conseguir que más personas vuelvan al trabajo y tener el menor número posible de personas fuera", añadió.