La Justicia española confirma otra condena de más de dos años al rapero Hasél por amenazar a un testigo
El rapero español Pablo Hasél ha recibido este jueves una nueva condena. La Audiencia de Lleida confirma la sentencia que le pena con dos años y medio de cárcel por amenazar a un testigo en el juicio contra unos guardias urbanos y le condena por los delitos de obstrucción a la justicia y amenazas.
La sentencia se conoce después de dos días de intensas protestas en el país, sobre todo en las ciudades de Barcelona y Madrid, por la entrada en prisión del rapero el pasado martes en cumplimiento de una pena de nueve meses y un día de cárcel por los delitos de enaltecimiento del terrorismo e injurias y calumnias a la Corona, por el contenido de 64 tuits y una canción de su autoría.
La nueva condena, que todavía es recurrible ante el Tribunal Supremo, podría sumarse a la que ha empezado a ejecutar esta semana si el juzgado de Lleida decide que Hasél debe cumplirla sin esperar a que sea firme.
El cantante acumula otra condena anterior a dos años de cárcel también por el delito de enaltecimiento del terrorismo dictada en 2014 y que le fue suspendida en 2019.
Hasél agotó el plazo voluntario de ingreso en prisión el pasado viernes, y se encerró con una cincuentena de sus defensores en la Universidad de Lleida, donde fue arrestado por decenas de agentes de los Mossos d'Escuadra que ingresaron en el rectorado y que informaron de que no se habían producido incidentes graves durante su detención.
Amenaza en Twitter y encontronazo en la calle
En la sentencia conocida este jueves y fechada el pasado viernes 12 de febrero, la Audiencia confirma las penas de cárcel por los delitos de amenazas y obstrucción a la justicia, mientras que lo absuelve del delito leve de maltrato de obra, por el que había sido condenado a una multa económica en primera instancia.
La sentencia recoge que Hasél publicó un tuit en el que señalaba a un testigo cuya declaración fue favorable a un guardia urbano, que acabó siendo absuelto, que estaba acusado de agredir a un menor. "La Guardia Urbana de Lleida compró a este testigo falso para declarar contra un compañero al que dieron una brutal paliza. Han sido absueltos", decía el tuit, que estaba acompañado de una fotografía del declarante.
El fallo también recoge que dos días más tarde de la publicación en la red social, Hasél se dirigió a ese testigo cuando estaba sentado en la terraza de una cafetería y le dijo: "¿Tú eres amigo de los urbanos? ¡Has visto lo que has hecho!". Después intentó darle una patada que no le alcanzó y varias personas le apartaron mientras le decía al testigo: "Te mataré, hijo de puta, ya te cogeré".
El Gobierno modificará la ley para evitar casos como el de Hasél
El ingreso en prisión de Hasél se produce cuando hay un intenso debate en el seno del Gobierno de España, que ya ha anunciado que modificará el Código Penal en materias que tienen que ver con el ejercicio de la libertad de expresión, para evitar casos como el de este rapero.
De hecho, el partido Unidas Podemos, en el Gobierno, ya ha registrado una proposición de ley en el Congreso para tramitar de urgencia que pretende la derogación de los delitos de injurias y calumnias a la Corona, enaltecimiento del terrorismo y ultraje a la bandera española, así como los delitos de odio.
De hecho, algunos juristas, como Victoria Rosell, actualmente delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, han cuestionado que se haya detenido a Hasél para cumplir su condena por un delito que el Ejecutivo ya ha anunciado que va a derogar. "En muchos casos se otorga más plazo con causas menos justificadas que evitar un perjuicio irreparable", ha escrito Rosell en su cuenta oficial de Twitter.
Intensas protestas
Desde que se hizo firme la condena por la que esta semana el rapero ha entrado en prisión han sido muchas las organizaciones que han alzado la voz calificando el fallo de injusto y desproporcionado. Pero ha sido su entrada en prisión el pasado martes lo que ha desatado las protestas en las calles.
Tanto este martes como este miércoles se han producido manifestaciones y concentraciones por todo el país, aunque las más multitudinarias y en las que se han producido enfrentamientos con las fuerzas antidisturbios han tenido lugar en Barcelona y Madrid.