Los diplomáticos estadounidenses que prestan servicio en Rusia solicitaron a Moscú ser inoculados contra el coronavirus con la vacuna rusa Sputnik V, debido al limitado suministro y acceso a los fármacos elaborados en su país por Pfizer y Moderna, informa el diario The Washington Post, que cita diversas fuentes a ese respecto.
El periódico señala que la Sputnik V no ha sido aún aprobada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) o por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU. Por su parte, el Departamento de Estado no recomienda a sus funcionarios inmunizarse con el fármaco ruso, aunque autoriza a cada uno a "tomar sus propias decisiones en materia de salud".
En total, al menos 13 gobiernos se han ofrecido a inocular al personal diplomático estadounidense con las dosis que esos Estados han adquirido en EE.UU., mientras que otros 8 países planean hacer la misma propuesta. Tal situación "ha devenido en experiencias humillantes para los diplomáticos estadounidenses, que representan al país más rico del mundo", evalúa el medio.
"Es vergonzoso que el país más rico del mundo recurra a la caridad de otras naciones cuando se trata de vacunas, especialmente si se tiene en cuenta que las mejores vacunas se fabrican en Estados Unidos", enfatizó un diplomático norteamericano que trabaja en el Oriente Medio.
El plan de vacunación que se desvió de su camino
Inicialmente, el Departamento de Estado, que cuenta con 75.000 empleados, pidió 315.000 dosis para inocular a todo su personal, pero hasta ahora solo ha recibido alrededor de 23 % de lo solicitado, es decir, 73.000 dosis y en tres entregas distintas.
Al mismo tiempo, las fuentes entrevistadas por the Washington Post hacen hincapié en que los funcionarios del Departamento que trabajan en EE.UU. puedan vacunarse con facilidad, mientras que los que laboran en el extranjero "han quedado tirados sin garantías de inoculación en un futuro próximo", debido a una distribución no proporcional.
"Washington da prioridad a los trabajadores domésticos, sin ningún plan real para el resto de nosotros, cuando aquellos tienen acceso a la asistencia sanitaria estadounidense", se quejó un alto diplomático estadounidense.
Mientras, la pandemia del covid-19 ha cobrado la vida de 47 funcionarios del Departamento de Estado en todo el mundo (incluyendo los que trabajaban en las oficinas domésticas), al tiempo que muchos más se han infectado con el virus, según comunicó el secretario de Estado, Antony Blinken, el pasado 27 de enero.