El presidente de Argentina, Alberto Fernández, pidió este viernes la renuncia al ministro de Salud, Ginés González García, quien dejó el cargo en medio de un escándalo por las revelaciones de un periodista que contó que había recibido la vacuna Sputnik V después de haber llamado a su "viejo amigo" para conseguirla rápidamente, informó el diario local La Nación.
En el programa de radio Habrá consecuencias, Horacio Verbitsky dijo que, tras comunicarse con el funcionario, se aplicó una primera dosis sin siquiera tener que trasladarse a un hospital, ya que luego de recibir una llamada de un colaborador del ministro, fue invitado al edificio de la cartera sanitaria, en Buenos Aires, donde un equipo del Hospital Posadas se la inyectó.
"Decidí vacunarme. Me puse a averiguar dónde hacerlo, llamé a mi viejo amigo Ginés González García –a quien conozco de mucho antes que fuera ministro– y me dijo que tenía que ir al Hospital Posadas", dijo el titular del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS).
"Cuando estaba por ir recibí un mensaje del secretario de Ginés que me dijo que iba a venir un equipo de vacunadores del Posadas al Ministerio y que fuera a darme la vacuna", reveló.
Sus dichos desataron un escándalo, ya que se cree que en la sede del Ministerio, ubicada en el centro de la Capital Federal, funciona un 'vacunatorio VIP', al que solo acceden famosos, poderosos y cercanos políticamente al Gobierno, como es el caso de Verbitsky. Esto, mientras el resto de los argentinos deben inscribirse en una lista de espera y aguardar su turno. La prioridad la tiene el personal de Salud, los adultos mayores de 70 años, y en tercer lugar los que superen los 60 años.
Una "confusión involuntaria"
El ahora exministro de Salud presentó su renuncia en horas de la noche y publicó una carta pública en la que defendió su gestión de la pandemia. Si bien asumió la responsabilidad por lo ocurrido, responsabilizó a su secretaria privada por una "confusión involuntaria".
El exfuncionario aseguró además que las personas vacunadas "pertenecen a los grupos incluidos dentro de la población objetivo de la campaña vigente".
¿Otros privilegiados?
El periodista detalló además que estando allí se enteró de que, según él, José Aranda, un importante ejecutivo del diario Clarín, de línea opositora, también esperaba para darse una vacuna, pero no quería la rusa sino la de OxfordAstraZeneca, por lo que acudiría el lunes, cuando ya estuvieran disponibles.
También se supo que el diputado del Frente de Todos (oficialismo) y amigo del presidente, Eduardo Félix Valdés, fue inoculado en forma irregular, según reconoció él mismo en una entrevista en Radio Con Vos.
"Le pregunté al ministro de salud si me podía vacunar porque tenía que viajar a México. Primero me mandó al Posadas y luego al ministro de Salud. Me llamó el propio ministro", afirmó.
Una "cadena de favores"
Desde el mismo CELS que Verbitsky preside, los trabajadores salieron a repudiar el hecho de que haya recibido la vacuna a través de una "cadena de favores y a título personal", indicaron en un comunicado publicado a través de Twitter.
"Como organización comprometida con los derechos humanos y con las urgencias de la situación social actual, consideramos que las únicas salidas a la pandemia son la responsabilidad colectiva y el compromiso con las etapas del sistema de vacunación a nivel federal", señalaron los miembros del prestigioso centro de investigación.
En la misma jornada, el periodista y escritor fue echado de la radio El Destape, donde tenía su programa y desde la cual emitió la información sobre el presunto 'vacunatorio VIP'.
La noticia generó también una reacción casi inmediata del Gobierno nacional. El mandatario Fernández ya se reunió con la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, quien sería la reemplazante de González García.
El escándalo en la cartera sanitaria, en medio de la crisis mundial por el covid-19, se da mientras Argentina sobrepasa los 2 millones de contagios en total y las 50.000 muertes desde el mes de marzo del 2020, cuando aparecieron los primeros casos.