En el mundo actual para muchos podría resultar casi imposible imaginar dejar de recibir información noticiosa en redes sociales. Pero es justamente lo que sucedió el jueves 18 de febrero en Australia luego de que Facebook restringiera la visualización e intercambio de noticias en el país, en respuesta a la presión regulatoria que pretende obligar a la plataforma a compartir sus ingresos con los medios de comunicación.
Aunque la ley aún está a la espera de ser aprobada, la empresa de Mark Zuckerberg cumplió su amenaza, restringiendo a los medios locales de compartir o publicar contenido en la plataforma. Las páginas informativas en la red social simplemente estaban vacías cuando se intentaba acceder a ellas desde Australia y millones de usuarios no podían ver ni compartir noticias de medios locales, ni extranjeros.
Como resultado una parte significativa de la población casi quedó aislada de la información. Un estudio realizado por la Universidad de Canberra en 2020 mostró que el 21 % de los australianos utilizan las redes sociales como su principal fuente de noticias, y el 39 % de la población recibe noticias de Facebook.
La prohibición tuvo múltiples consecuencias, pues se estima que redujo drásticamente la audiencia de algunos medios de comunicación australianos, con una caída del tráfico de hasta el 93 % el día después de su implementación, según la organización NiemanLab . En vista de ello, algunos medios locales empezaron a promocionar con éxito la descarga de sus propias aplicaciones.
La reforma de discordia
La ley australiana que pretende obligar a Facebook y Google de Alphabet Inc a llegar a acuerdos comerciales con editores australianos o enfrentarse a un arbitraje, fue aprobada este martes por la Cámara de Representantes, y el próximo lunes se someterá al voto del Senado, que se cree que dará luz verde a la reforma.
Desde un inicio los dos gigantes tecnológicos amenazaron con no ceder ante las presiones del Gobierno australiano y restringir en sus plataformas las noticias de los medios de comunicación en ese territorio. Sin embargo, Google finalmente optó por concertar acuerdos, valorados en decenas de millones de dólares.
El primer ministro australiano, Scott Morrison, declaró este sábado que Facebook regresó a la mesa de negociaciones tras bloquear los contenidos noticiosos en el país oceánico. Si bien Morrison afirmó, en sentido metafórico, que Facebook "nos ha vuelto a 'añadir' provisionalmente", la compañía aún no ha hecho ningún comentario público sobre cualquier cambio en su postura.
El representante de Facebook para Australia y Nueva Zelanda William Easton sostuvo el pasado 17 de febrero que la ley propuesta "malinterpreta la relación" entre la plataforma y los medios y alegó que para la red social la "ganancia comercial de las noticias es mínima".
Facebook logró enfadar a todos
La prohibición de la red social incluso cortó accidentalmente el acceso a algunas páginas administradas por agencias gubernamentales y departamentos de salud estatales, lo que llevó al vicepresidente de políticas públicas de la red social para la región de Asia y el Pacífico, Simon Milner, a emitir este viernes una disculpa por el error de la plataforma.
Pero más allá de esa equivocación, la postura de Facebook ha sido ampliamente criticada por autoridades, medios de comunicación y la ciudadanía, algunos de los cuales han promovido eliminar la aplicación de sus dispositivos mediante la etiqueta #DeleteFacebook.
La representante en Australia de la organización de derechos humanos Human Rights Watch advirtió que Facebook está censurando el flujo de información y lo calificó como un "giro peligroso de los acontecimientos". Así mismo, desde Amnistía Internacional señalaron que están "extremadamente preocupados por cómo una empresa privada quiere controlar el acceso a la información de la que depende la gente".
Medidas similares en otros países
Una legislación que obligue a los gigantes tecnológicos a remunerar a los medios por compartir sus contenidos ya ha trascendido las fronteras de Australia.
Canadá se comprometió este jueves a conseguir que Facebook pague por usar los contenidos de los medios de comunicación, y recalcó que no retrocederá si el gigante azul bloquea las noticias en el país, como ya hizo en el país oceánico.
El ministro canadiense Steven Guilbeault aseguró anteriormente que mantuvo conversaciones con sus homólogos franceses, australianos, alemanes y finlandeses para discutir un frente común sobre las noticias y otros temas relacionados con Facebook y Google.
"Es hora de que las naciones desarrolladas se enfrenten colectivamente a Facebook, por el bien de la democracia mundial", escribió en un tuit el parlamentario británico David Davis.