Tras el inicio de la pandemia del covid-19 y su devastador impacto en la economía, Elon Musk decidió lanzar su propia investigación entre los empleados de SpaceX en un intento de rastrear la propagación del coronavirus en la compañía y estudiar la respuesta inmunológica.
En el estudio, liderado por expertos del Instituto Ragon de MGH, MIT y Harvard, participaron 4.300 voluntarios, todos trabajadores de la compañía aeroespacial. Su seguimiento empezó en abril de 2020 e incluyó pruebas mensuales de anticuerpos IgG anti-RBD (dominio de unión al receptor) y un análisis detallado de los síntomas.
Los investigadores publicaron los resultados a mediados de este mes y consideran que su trabajo es un paso importante para entender mejor el desarrollo de la inmunidad natural al SARS-CoV-2 y las reacciones del sistema inmune en los casos asintomáticos.
¿Qué descubrieron?
Un total de 120 participantes resultaron seroconvertidos, o en otras palabras, presentaron anticuerpos contra el SARS-CoV-2. La mayoría de ellos, 73 personas que representan un 61 % de la muestra, no mostró síntomas relacionados con la enfermedad, como la pérdida del olfato o el gusto, tos, fiebre o escalofríos.
Por otra parte, los científicos observaron que las personas que desarrollaron un mayor número de anticuerpos tuvieron síntomas más fuertes, incluso cuando la enfermedad fue leve. Si bien, tanto los asintomáticos como los que padecieron covid-19 con síntomas llegaron a tener anticuerpos, los títulos más altos eran propios de los casos con más signos del malestar.
Los expertos también detectaron la presencia de las células T en el 83 % de las personas que mostraron mayor cantidad de anticuerpos (10 de 12), mientras que en el grupo de los voluntarios con menor cantidad, las células T solo se detectaron en un 10 % de los casos (1 de 10).
"Estos hallazgos demuestran que las células T específicas del SARS-CoV-2 no son detectables en todos los individuos infectados y no se potencian selectivamente entre los individuos con respuestas inmunes humorales menos robustas", escribieron los investigadores. "Sin embargo, los datos sugieren que tanto las células T como las B evolucionan de forma coordinada", agregaron.
Tarea por resolver: cómo medir la inmunidad
A principios de la primavera de 2020, los investigadores aún no estaban seguros de que los casos asintomáticos pudieran desarrollar anticuerpos que duraran mucho tiempo, ni si los mismos eran capaces de neutralizar o matar el virus.
Ahora, han llegado a la conclusión de que existe cierto umbral de los anticuerpos que puede implicar una protección duradera contra el coronavirus, así como explicar los casos de reinfección a través del número de los anticuerpos por debajo de ese nivel, que aún está por calcular y que requiere de más investigaciones enfocadas en la reinfección.
"Una vez que se alcance un determinado umbral de estos anticuerpos, es como si se prendiera un interruptor y pudiéramos observar las funciones ejecutoras de los anticuerpos", explicó Yannic Bartsch, uno de los autores del estudio, tras señalar que "estas funciones no se observaron en individuos con títulos más bajos, y el nivel de protección contra las reinfecciones en estas personas es incierto".
Galit Alter, quien lideró la investigación, explicó que su trabajo muestra que "no es simplemente la presencia o ausencia de anticuerpos lo que importa, sino que la cantidad y el tipo de anticuerpos podrían desempeñar un papel determinante en el desarrollo de una respuesta inmune protectora". Además, el científico comentó a The Wall Street Journal que "la gente puede tener anticuerpos, pero esto no necesariamente significa que va a ser inmune".