Reportan que un soldado australiano planeaba divulgar datos sobre crímenes de guerra en Afganistán antes de su misteriosa muerte

Una fuente familiarizada con el asunto reveló que el miembro de inteligencia estaba sosteniendo un disco duro con información al respecto cuando encontraron su cuerpo.

Un soldado australiano, que fue hallado muerto en el estacionamiento de un cuartel del Ejército en diciembre del año pasado, supuestamente planeaba divulgar información clasificada sobre presuntos crímenes de guerra del Grupo de Trabajo de Operaciones Especiales de Australia en Afganistán, informa The Sunday Telegraph, citando una fuente familiarizada con el asunto.

Según el reporte, el miembro de inteligencia estaba sosteniendo un disco duro que contenía información sobre el comportamiento de los militares australianos en Afganistán cuando encontraron su cuerpo. Los informes policiales establecieron que su muerte no era sospechosa, ya que aparentemente se había suicidado.

En noviembre, Paul Brereton, el inspector general de las Fuerzas de Defensa australianas, presentó un reporte especial de 465 páginas en el que concluyó que los integrantes del Grupo de Trabajo de Operaciones Especiales de Australia, que operó en la República Islámica entre 2005 y 2016, ejecutaron ilegalmente a 39 personas. Asimismo, el jefe de la Fuerza de Defensa de Australia (FDA), Angus Campbell, identificó a 25 militares vinculados a estos actos, a lo que se refirió como "posiblemente el episodio más vergonzoso en la historia militar de Australia".

Sin embargo, la fuente del diario británico asegura que los datos almacenados en el disco duro podrían revelar lo que realmente sucedió en Afganistán.

"Se entiende que el oficial de inteligencia iba a hacer pública la información porque el reporte de Brereton es una cacería de brujas errónea y unilateral contra el Regimiento de Servicio Aéreo Especial para tratar de apaciguar a los afganos", agregó.

Asimismo, el informante considera que los datos del dispositivo "cambiarían mucho la postura pública y la opinión sobre lo que pasó en Afganistán", si se difundían después de las declaraciones de Brereton en noviembre de 2020.

En ese entonces, el primer ministro australiano, Scott Morrison, llamó al presidente afgano, Ashraf Ghani, para expresar su "más profundo pesar" por el descubrimiento. Por su parte, el general Campbell ofreció una conferencia de prensa para pedir disculpas al pueblo de Afganistán en nombre de las Fuerzas Armadas de su país y enfatizó que los datos del documento dañan "nuestra autoridad moral como fuerza militar". 

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