El informe anual de la oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos detalla que entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2020, en Colombia ocurrieron al menos 76 masacres, lo que supone la mayor cifra de matanzas desde el año 2014 y casi el doble de las 36 que se produjeron en 2019.
En estos hechos murieron 292 personas, entre ellas 23 mujeres, 6 niñas, 18 niños, 7 indígenas y 10 personas afrodescendientes. Además, otros cinco casos se encuentran en estatus de verificación.
Más de la mitad de las masacres se concentraron en tres departamentos: Antioquia, con 19 casos; y Cauca y Nariño, con 11 masacres cada uno.
Además, la oficina de la ONU agregó que en lo que va de 2021 se han presentado 6 masacres confirmadas y otras 5 en revisión, con 21 víctimas mortales.
Asesinatos de líderes sociales
Asimismo, la oficina recibió información de 133 casos de asesinatos de líderes sociales y defensores durante el 2020. Hasta el momento, ha confirmado 90 de ellos, y otros 25 están en revisión; 18 de ellos no se pudieron verificar.
El 81 % de esos asesinatos ocurrió en los departamentos de Antioquia, Cauca, Chocó, Norte de Santander, Nariño, Putumayo y Valle del Cauca. Sin embargo, el informe aclara que sus cifras no se refieren al panorama completo de homicidios de líderes, sino a una muestra representativa.
Por esta razón, incluyeron las cifras que maneja la Defensoría del Pueblo, que registra 182 activistas asesinados en 2020, y las de Somos Defensores, que reporta 159 homicidios a líderes sociales.
Mientras, en lo que va del año 2021, la oficina de la ONU tipificó 21 asesinatos de líderes en el país. Además de los homicidios, registraron 795 amenazas y otras agresiones contra los líderes sociales en Colombia.
El 44 % de las amenazas ocurrió en áreas rurales y el 67 % de las víctimas fueron hombres, el 26 % mujeres y el 2 % personas de la comunidad LGBT.
Desplazamientos forzados
El informe incluyó las cifras de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, que en 2020 registró 94 desplazamientos forzados masivos, que afectaron a 25.366 personas.
Del total de esos eventos, el 76 % ocurrió en tres departamentos: Antioquia, Chocó y Nariño. Además, agrega el documento, la violencia se ha recrudecido en Cauca, Putumayo, Norte de Santander y Valle del Cauca, donde habitan pueblos afro, indígenas y campesinos.
A su vez, 74.312 personas fueron víctimas de confinamiento por las restricciones impuestas por los agentes criminales a las poblaciones, es decir, condiciones que no tienen relación con las medidas por la pandemia del coronavirus.
Al respecto, el informe destaca "la falta de avances en la adopción de una política pública y criminal en materia de desmantelamiento de las organizaciones criminales, incluyendo aquellas que hayan sido denominadas como sucesoras del paramilitarismo".
Este balance será presentado ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en Ginebra (Suiza), el próximo 25 de febrero.