Angelo Quinto, veterano de la Armada de EE.UU. y residente en Antioch (California), murió tras ser detenido durante una crisis mental.
Los hechos tuvieron lugar el 23 de diciembre del año pasado en la casa del hombre. Ese día Quinto tuvo un episodio de paranoia, y sus familiares llamaron a la Policía. Al llegar al lugar, los dos agentes tiraron al hombre, de 30 años, al suelo. Uno de ellos le inmovilizó las piernas y el otro el cuello, presionándolo con su rodilla durante varios minutos. Cuando dejó de hacerlo, el detenido ya no respiraba. Fue llevado inmediatamente en ambulancia a un hospital, donde murió tres días después.
La madre de Angelo, Cassandra Quinto-Collins, que grabó con su teléfono parte de lo sucedido, dijo este martes al canal local KTLA que las acciones de los agentes fueron desproporcionadas.
"Confié en la Policía porque pensaba que sabían lo que estaban haciendo, pero en realidad él era pasivo y visiblemente no era peligroso o una amenaza, así que era absolutamente innecesario lo que le hicieron. […] Él dijo: 'Por favor, no me mates. Por favor, no me mates', ya que lo estaban tirando al suelo. Lo esposaron y un oficial le puso la rodilla en la nuca durante todo el tiempo que estuve en la habitación", recuerda.
El abogado de los Quinto, John Burris, indicó que la semana pasada la familia presentó una demanda contra la Policía de Antioch, que le da 45 días para responder oficialmente. Comparó la muerte de Quinto con el fallecimiento del afroamericano George Floyd, que tuvo lugar durante su detención en Mineápolis el pasado 25 de mayo y provocó una ola de protestas contra el racismo y la violencia policial.
"Me refiero a esto como la técnica George Floyd, eso es lo que le quitó la vida y no puede ser una técnica legal. […] Vemos no solo violaciones a sus derechos civiles, sino también violaciones a los derechos de su madre y su hermana, quienes vieron lo que le sucedió", afirmó el letrado.