Dan plazo de cinco días a Bolsonaro para que explique en el Supremo sus decretos de flexibilización del uso de armas
La vicepresidenta del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil, Rosa Weber, dio un plazo de cinco días para que el presidente de ese país, Jair Bolsonaro, explique los decretos que emitió para la flexibilización del uso y compra de armas de fuego.
La magistrada, que será la relatora de los casos, escuchará los argumentos de Bolsonaro, de la Procuraduría y del fiscal general, Augusto Aras, antes de manifestarse sobre la petición de eliminación de los cuatro decretos, hecha por los opositores Partido Socialista Brasileño (PSB), la Red de Sostenibilidad (REDE), Partido de los Trabajadores (PT) y el Partido Socialismo y Libertad (PSOL).
Weber determinó que las acciones sean llevadas a juicio directamente en el pleno del máximo tribunal.
Además de la solicitud de información, pedirá la apreciación inmediata de la solicitud de medida cautelar para "dar seguridad jurídica a las relaciones disciplinadas por el Estatuto de Desarme y reguladas por los decretos presidenciales ahora cuestionados".
¿Qué argumentan los partidos opositores?
Según la demanda de los grupos políticos, los decretos violan derechos fundamentales, entre ellos el de la vida, la seguridad pública, la salud y la dignidad humana.
El 12 de febrero, el mandatario informó sobre la modificación de cuatro decretos que incrementaban de cuatro a 60 la cantidad de armas permitidas para las personas autorizadas y de 1.000 a 2.000 las municiones, además de que se abría la posibilidad de sustituir el requisito de capacidad técnica exigido por la legislación para coleccionistas, tiradores y cazadores.
La flexibilización de la compra de armas fue una de las principales promesas de campaña de Bolsonaro y ha sido su bandera durante su mandato.
En el país suramericano, hay más de un millón de brasileños con licencia legal de armas y tan solo la mitad son militares o policías, según datos de la ONG Forum Brasileiro de Seguranca Publica.
Los expertos coinciden en que cuando aumenta la circulación de armas, aumentan los homicidios, situación que se ha presentado en Brasil, donde los asesinatos aumentaron 6 % en los primeros seis meses de 2020.