Teherán condena el ataque aéreo de EE.UU. contra fuerzas proiraníes en Siria y lo tacha de "agresión ilegal" que viola el derecho internacional

El Ministerio de Exteriores de Irán condenó enérgicamente este viernes el reciente ataque aéreo de EE.UU. perpetrado en el este de Siria contra objetivos de la milicia respaldada por Teherán.

"Este ataque es una continuación de la agresión en curso [...] contra el territorio de Siria", declaró el vocero de la Cancillería iraní, Saeed Khatibzadeh. Según el portavoz, estas acciones "agresivas e ilegales" de la nueva Administración de EE.UU. representan una "clara violación de la soberanía e integridad territorial de Siria y una violación del derecho internacional", lo que podría exacerbar el conflicto militar y desestabilizar aún más la región.

El Pentágono confirma que Biden ordenó el ataque contra objetivos de la milicia respaldada por Irán en el este de Siria

Khatibzadeh señaló que la agresión "sucedió en una situación en la que las Fuerzas Armadas estadounidenses han estado presentes ilegítimamente en Siria durante muchos años, han ocupado regiones de este país y están explotando los recursos naturales, incluido el petróleo, que pertenecen al pueblo sirio". "Los grupos terroristas son entrenados en bases estadounidenses ubicadas ilegalmente en Siria", subrayó el vocero.

Previamente este jueves, el Departamento de Defensa de EE.UU. informó que el presidente Joe Biden ordenó que se llevara a cabo un ataque aéreo en el este de Siria contra objetivos de la milicia respaldada por Irán. La acción fue autorizada en respuesta a una serie de recientes ataques contra instalaciones estadounidenses en Irak.

De acuerdo con el portavoz del Pentágono, John Kirby, los ataques "destruyeron por completo nueve instalaciones y destruyeron parcialmente" otros dos en un punto de control fronterizo utilizado por varios grupos militantes respaldados por Irán, incluidos Kataib Hezbolá (KH) y Kataib Sayid al Shuhada (KSS).

En cuanto a las víctimas del ataque, Kirby afirmó que los militares estadounidenses cuentan con datos preliminares, pero rechazó divulgarlos.