La Cancillería de Venezuela informó este viernes que el gobierno de Nicolás Maduro participó "por cortesía" en una reunión virtual con la Presidenta de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), Joan E. Donoghue, tras una demanda unilateral formulada por Guyana en medio de la disputa territorial sobre el Esequibo.
"Venezuela, respetuosamente, ha ratificado que ha participado por cortesía, no como parte en este procedimiento. Ha reafirmado expresamente su posición histórica de no reconocimiento de la jurisdicción de la Corte para conocer la controversia territorial sobre la Guayana Esequiba", indica el comunicado oficial.
Durante su participación, agrega el texto, Venezuela defendió la vigencia del Acuerdo de Ginebra de 1966 para alcanzar un arreglo práctico y satisfactorio para ambas partes mediante negociaciones amistosas.
Para el país, la demanda de Guyana lesiona el sentido, propósito y razón del Acuerdo de Ginebra. En este sentido, Caracas resalta la falta de consentimiento del Estado venezolano "al curso judicial que se le ha concedido a dicha acción unilateral".
Asimismo, la cancillería venezolana expresó su preocupación por el "apresuramiento no justificado" de este proceso legal porque para el Gobierno bolivariano, se trata de "un asunto secular de gran trascendencia".
Caracas también denunció la instigación e intromisión de "las trasnacionales energéticas" en la controversia sobre un territorio que es "pleno de recursos naturales", e hizo un nuevo llamado al Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, para que reanime los mecanismos de negociación directa entre ambos países.
Guyana acudió en marzo del año 2018 ante la CIJ para pedirle que aceptara estudiar y resolver el diferendo territorial con Venezuela por el territorio Esequibo. En diciembre del 2020, la Corte se declaró "competente" para analizar "la validez del laudo arbitral del 3 de octubre de 1899", que trazó la frontera entre ambos países y que había sido anulado en 1966, tras suscribirse el Acuerdo de Ginebra.
Ante esta situación, Venezuela estableció a inicios de este año un nuevo territorio marítimo en su fachada atlántica para "salvaguardar los espacios del país", al tiempo que envió una carta de protesta a la ONU.