El fatal accidente producido ayer en el edificio del Área de Ciencias Económicas, Financieras y Administrativas de la Universidad Pública de El Alto (UPEA), en Bolivia, en el que al menos siete estudiantes fallecieron y otros cinco resultaron gravemente heridos, sigue pendiente de las conclusiones que arrojen las investigaciones en curso, en cuyo marco ya se ha detenido a tres personas.
El siniestro se produjo cuando decenas de estudiantes intentaban acceder a una asamblea convocada en un salón de actos del cuarto piso del recinto universitario. Tal como se aprecia en varios de los videos del suceso que circulan en Internet, entre algunos de los alumnos apiñados junto a la baranda comienzan a surgir desavenencias y forcejeos, que incrementan la presión sobre la estructura metálica hasta hacerla ceder.
Según la descripción de los hechos facilitada por el comandante de la Policía Boliviana, Jhonny Aguilera, 11 personas en total cayeron por el hueco interior del edificio hasta el suelo de cemento de la planta baja. Tres murieron en el acto y otros cuatro en los centros médicos a los que fueron trasladados. El mando policial confirmó públicamente los nombres de los alumnos fallecidos.
Tras algunas oscilaciones iniciales, la cifra de fallecidos permanece en siete, si bien los cinco heridos contabilizados están "en estado crítico", tal como reseñó el ministro boliviano de Salud, Jayson Auza, destacando no obstante que algunos de los hospitalizados están "estabilizándose".
Las primeras revelaciones tras lo sucedido apuntan a que los altercados y empujones que terminaron doblegando la estructura de contención están relacionados con el asunto que se trataba en la asamblea convocada: determinadas cuestiones de índole financiera, como cobros indebidos a algunos estudiantes y supuestas malas prácticas del centro educativo, que suscitaron desacuerdos entre los presentes.
Incumplimiento de las medidas contra el coronavirus
Hasta el momento, hay pocas certezas más sobre lo acontecido y sus circunstancias. Las distintas autoridades comprometidas en el esclarecimiento del caso tratan de depurar responsabilidades no solo sobre la trágica caída al vacío de los estudiantes, sino sobre el hecho de que hubiera más de 60 personas reunidas en un acto académico que no garantizó el cumplimiento de las medidas sanitarias obligatorias contra el coronavirus.
En ese sentido, un administrativo de la UPEA dijo a la emisora local Radio Fides que en el momento del siniestro estaba en vigor "una resolución que prohíbe las asambleas", precisamente para frenar la propagación del covid-19.
Por su parte, el mencionado comandante Aguilera manifestó que, desde el punto de vista de la Policía, "se han producido flagrantes alteraciones a las normas que rigen en tiempos de pandemia".
Precariedad en la instalación de la baranda
Al parecer, y según constataron desde un primer momento los investigadores en su primera aproximación al lugar de los hechos, la débil fijación de la baranda al suelo estaría entre los factores desencadenantes de la tragedia.
Según explicó Aguilera, los técnicos constataron que los elementos de fijación de esta estructura eran "inadecuados e insuficientes, porque están ligados al piso no como una estructura contundente", sino mediante "un punteo de soldadura de arco" o "incluso colados con masilla metálica".
"La Policía va a esclarecer este tema"
La Fiscalía de Bolivia ya ha iniciado una investigación de oficio "para esclarecer el hecho", según afirmó el fiscal Departamental de La Paz, Marco Antonio Cossío, en declaraciones recogidas por el diario 'La Razón'.
Sin embargo, podría encontrarse con importantes obstáculos en el propio entorno de la escena del siniestro. Según denunció el secretario ejecutivo de los Trabajadores de la UPEA, Andy Huanca, "después de lo que pasó ha habido un consejo universitario", en el que se habría "prohibido que directores, estudiantes o centros puedan pronunciarse sobre lo que ha pasado". "Quienes se pronuncien en medios de prensa serán sometidos a un proceso interno, a eso hemos llegado en la UPEA", aseguró durante su intervención en un programa del canal Cadena A.
Su alegato es congruente con lo reseñado hasta el momento por el comandante Aguilera: "Hemos pretendido recibir las versiones de todos estos estudiantes y lamentablemente, una vez que se produjeron los hechos, ninguno se quedó a brindar la información", aseveró el mando policial al noticiero Página Siete.
Sin embargo, el comandante se muestra optimista de cara a la resolución del caso: "Con pactos de silencio o no, la Policía va a esclarecer este tema", dijo el oficial, que asegura que su equipo ya trabaja en analizar "el contenido de los celulares" de las personas que se hallaban en el edificio de la UPEA en la mañana del accidente. "Una vez que tengamos esto estamos seguros que vamos a dilucidar el caso", añadió.
Por el momento, Aguilera asegura que "se van a hacer las citaciones correspondientes a todos los que han instigado" la mencionada asamblea universitaria para "establecer las responsabilidades", ya que a su juicio "no se puede dejar sin sanción la muerte de estos jóvenes estudiantes".
Hasta ahora, la Policía boliviana ha detenido a tres guardias de la seguridad privada de la UPEA y prevé citar al rector Freddy Medrano, así como al jefe de carrera y a los dirigentes estudiantiles que convocaron a la asamblea, una vez que sean propiamente identificados.
La dirección del centro docente, por su parte, emitió un comunicado que expresa el pesar de la UPEA por lo ocurrido y anuncia su cooperación en las investigaciones abiertas. Así mismo, asegura que las autoridades universitarias se harán cargo de todos los gastos funerarios de los estudiantes fallecidos y de los que deriven de la asistencia médica a los heridos.