"¿Nos quieren convencer de que son imparciales e independientes?": El duro alegato de Fernández de Kirchner contra el Poder Judicial en Argentina
La expresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, denunció este jueves que el Poder Judicial interviene y manipula procesos electorales, hace gala de sus privilegios como si fueran una estirpe aristocrática y, en alianza con los medios de comunicación hegemónicos, persigue judicialmente a líderes populares y protege a quienes verdaderamente han desfalcado al país.
"¿Siguen queriendo convencernos de que el Poder Judicial es independiente? ¿De que son imparciales? Es un espanto.Estamos en un momento institucional muy grave, ustedes no pueden seguir comportándose como una corporación porque tienen la ventaja de ser perpetuos", advirtió al declarar en la causa conocida como "dólar futuro" y en la que está acusada del delito de administración fraudulenta por la venta anticipada de la divisa realizada por el estatal Banco Central en 2015, durante su último año como presidenta.
Fernández de Kirchner explicó que no hay posibilidad de una vida democrática sana con este ejercicio de un Poder Judicial "que parece una aristocracia" que se eterniza en sus puestos mientras que las y los políticos participan en elecciones democráticas.
"Todos los cargos que he ocupado en mi vida fueron votados por la gente, somos un poder profundamente democrático, ¿hay mala gente? seguro que sí, y dígame: ¿en su Poder Judicial no hay corruptos, todos pueden dar cuenta de cómo viven? Pero cómo lo vamos a saber si nadie se investiga a sí mismo, no vamos a poder saber nunca si hay enriquecimiento ilícito de un juez, si recibe dádivas. Ese es el sistema que está podrido", acusó.
También acusó a jueces y fiscales de ejercer 'lawfare', es decir, perseguir a movimientos y líderes populares con causas armadas con fines estrictamente políticos, así como de entrometerse y manipular procesos electorales.
Como ejemplo citó las elecciones presidenciales de 2015, ya que la causa del "dólar futuro" comenzó el 30 de octubre de 2015, cinco días después de la primera vuelta electoral que ganó el entonces candidato kirchnerista, Daniel Scioli, y en la que Mauricio Macri quedó en el segundo lugar que le permitió avanzar al ballotage.
Operaciones
Fernández de Kirchner recordó que la denuncia la interpusieron los macristas Mario Negri y Federico Pinedo, y avanzó de tal forma que el 17 de noviembre, en la misma semana en la que se realizaría la segunda vuelta, el juez Claudio Bonadío realizó un mediático allanamiento en el Banco Central que fue ampliamente difundido por la prensa opositora que validó de antemano las denuncias. Días después, Macri ganó la Presidencia.
Fernández de Kirchner criticó de manera directa a su sucesor y a parte de su gabinete. De Macri, se quejó de que "esté viendo partidos de futbol en Catar" mientras ella tiene que declarar en causas manipuladas. Al exministro de Economía Alfonso Prat-Gay lo calificó irónicamente como "el genio de las finanzas" y al expresidente del Banco Central, Federico Sturzenneger, lo llamó "el devaluador que hoy da clases en la Universidad de Columbia".
"El Poder Judicial contribuyó a que (Macri) ganara las elecciones. De lo que pasó después, de lo que está pasando en la República Argentina, ustedes son responsables, y me da mucha bronca por lo que está pasando la gente", dijo con la voz quebrada y al borde del llanto.
Con respecto a la causa del "dólar futuro", aclaró que en los contratos por la venta anticipada de divisas que hubo en 2015 no había ningún amigo de su gobierno, sino más bien amigos de Macri e incluso su vicejefe de Gabinete, Mario Quintana.
"Cuando llegaron al gobierno pactaron la tasa de interés que les iban a pagar a sus contratos, sabiendo que iban a devaluar, eso es información privilegiada, negociaciones incompatibles con la función pública, pero no les pasó nada. Y los que estamos acá sentados somos nosotros, los que desendeudamos al país", señaló.
En ese momento, añadió, "se decía que eran amigos del poder de nosotros que por lo que veo es un poder bastante exiguo y berreta, porque la cantidad de cosas que nos han pasado".
Deudas
Por el contrario, dijo, el poder económico es el único permanente en Argentina. "Primero fueron las Fuerzas Armadas y después fue el Poder Judicial ustedes, los que siguen velando por sus intereses", acusó.
El macrismo, agregó, logró que volviera al país el Fondo Monetario Internacional (FMI) que ya no tenía injerencia alguna en las políticas económicas del país, gracias a que en 2005 el fallecido expresidente Néstor Kirchner había pagado la deuda que tenía con el organismo.
"Lo trajeron (al FMI) para que ayudara en la campaña de Macri", dijo al advertir que ese fue el único fin del préstamo récord de 44.000 millones de dólares que recibió el expresidente justo cuando buscaba su reelección.
Al final de su declaración, que fue vista en una virtual cadena nacional debido a la expectativa que generaba, Fernández de Kirchner sorprendió al desmentir los titulares de la prensa argentina que habían anticipado que pediría su sobreseimiento (suspensión del procesamiento por falta de pruebas) en la causa.
"No voy a pedir ningún sobreseimiento. Voy a pedir que respeten la Constitución, está todo escrito, que apliquen la ley es lo que vengo pidiendo desde siempre. Hagan lo que tengan que hacer", desafió.
Cargos
El "dólar futuro" fue la primera causa por la que Fernández de Kirchner tuvo que declarar ante los tribunales después de dejar el cargo en diciembre de 2015, ya que bastó que ello ocurriera para que se acumularan los expedientes judiciales en su contra.
Además de la expresidenta, también están imputados su exministro de Economía, Axel Kiciloff, actual gobernador de la provincia de Buenos Aires; el expresidente del Banco Central Alejandro Vanoli y otros nueve exfuncionarios.
Todos ellos están acusados de haber participado en una maniobra para que el Banco Central vendiera dólares por anticipado a empresas y bancos a un precio oficial que era mucho menor a los mercados paralelos que operaban en Argentina en 2015.
El valor de estas divisas se incrementó en diciembre de ese año, cuando el nuevo presidente, Mauricio Macri, decretó una brusca devaluación para equiparar el valor del dólar oficial con el del mercado ilegal, lo que implicó que pasara de 9,60 a 15 pesos.
Esto permitió que quienes compraron dólares "a futuro" a un precio promedio de 10 pesos por unidad, después pudieran cobrarlos a una cotización de entre 14 y 15 pesos, diferencia que debió pagar el Estado, lo que según estableció el fallecido juez Claudio Bonadío, quien tenía una animadversión especial contra Fernández de Kirchner, le provocó al Estado pérdidas por 77.000 millones de pesos argentinos (alrededor de ocho mil millones de dólares de ese año).
Pese a que el Banco Central es autónomo, el juez consideró que las operaciones no pudieron realizarse sin el aval de la presidenta y de Kicillof, por lo que primero los imputó y luego los procesó y los acusó del delito de "administración infiel con perjuicio al Estado".
En su elevación a juicio, Bonadío consideró que la expresidenta "hizo uso de una estructura de poder que presidía en razón de su cargo, para implementar una operatoria que vulneró las arcas públicas".
Cuando el caso fue enviado a juicio oral, quedó a cargo del Tribunal Federal 1, ante el cual los acusados pidieron el sobreseimiento ya que un peritaje contable reveló que, en realidad, el Banco Central había tenido ganancias, es decir, no se había registrado desfalco alguno.
Sin embargo, los jueces no lograron ponerse de acuerdo y la decisión pasó a la superior Cámara Federal de Casación Penal, ante la cual declaró este jueves Fernández de Kirchner. Ahora el organismo tendrá que decidir cómo sigue la investigación.