Una universidad ecuatoriana desarrolla un prototipo de vacuna contra el covid-19
La Escuela Superior Politécnica del Litoral (ESPOL) de Ecuador desarrolló un prototipo de vacuna contra el covid-19, informó esa casa de estudios.
Según la institución, en los próximos meses prevén empezar con la fase de "pruebas preclínicas", en colaboración con el Instituto Nacional de Investigación en Salud Pública (INSPI) y la Universidad de las Fuerzas Armadas (ESPE).
El desarrollo de la vacuna está a cargo de un equipo que lidera Washington Cárdenas, jefe del Laboratorio para Investigaciones Biomédicas de la Facultad de Ciencias de la Vida de la ESPOL, quien tiene un doctorado en Biología Evolutiva y un postdoctorado en Virología Molecular.
"Él elaboró el procedimiento a seguir a nivel genético, desde la determinación del fragmento del virus que se debía sintetizar, la creación de la matriz para el fragmento sintetizado e, incluso, introdujo instrucciones genéticas a esta matriz para la correcta producción de la proteína viral", dice el comunicado de la ESPOL.
Actualmente, añade la universidad, los investigadores "están optimizando el proceso de producción de la proteína viral", es decir, buscan la manera de conseguir más de este insumo, necesario para ser inyectado en las pruebas que deben realizar con roedores, que es la que prevén comenzar próximamente.
Además de este prototipo, el equipo de investigadores ha diseñado cuatro modelos adicionales; dos de ellos ya empezaron a ser trabajados en el laboratorio.
Falta de recursos
Este prototipo se desarrolló gracias al apoyo financiero de la Corporación Ecuatoriana para el Desarrollo de la Investigación y la Academia (CEDIA), que donó 20.000 dólares y con fondos propios de la ESPOL.
De acuerdo con Cárdenas, trabajando con el presupuesto actual, la vacuna podría estar lista para su producción a mediados del año 2022.
Por ello, a fin de acelerar el proceso, buscan "más apoyo financiero", al considerar que para esa fecha buena parte de la población ecuatoriana ya habrá sido inmunizada con dosis traídas del extranjero.
Pese a ello, Cárdenas señala que "hay que pensar mucho más allá (...) la cuestión es estar preparados y este prototipo nos lo permite".
"La importancia de este trabajo radica en que, con nuestro prototipo, estamos creando una plataforma modular que no solo servirá para la actual pandemia. En el futuro se podría cambiar la secuencia genética de SARS-CoV-2 y poner otra de cualquier virus del que nos interese obtener una vacuna", enfatiza el investigador.