El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, reconoció este lunes la importancia del movimiento feminista y aseguró que se colocaron vallas alrededor del Palacio Nacional, con miras a la marcha del Día Internacional de las Mujeres, solamente para evitar que haya violencia.
"Nuestro gobierno no va a desatar nunca la represión, nunca se va a reprimir al pueblo de México, no se va a usar la Policía ni al Ejército para reprimir al pueblo, somos distintos a los conservadores que ahora se disfrazan de feministas y se molestan porque se puso una valla para evitar la violencia", afirmó el mandatario en su tradicional rueda de prensa, al referirse a la polémica que desató la medida, ya que simbólicamente representa un muro entre el gobierno y las mujeres.
"No queremos que se lastime, se dañe a nadie, no queremos heridos, no queremos que nadie se afecte, tenemos que cuidar a las mujeres, tenemos que cuidar incluso a quienes vienen a protestar, aun de manera violenta, porque imagínense que un petardo una bomba molotov le estalle a quien la utilice, no queremos eso", aseguró.
López Obrador recordó que hay muchas maneras de protestar en forma pacífica, incluso de alzar la voz, sin tirar bombas, sin usar martillos, y sin incendiar objetos en la vía pública.
"Porque eso es lo que quisieran los conservadores, antes no había esas protestas, empezaron con nuestro gobierno, porque valiéndose de un movimiento justo, noble, se aprovechan para lanzarse en contra del Gobierno", dijo.
Las críticas, añadió, en realidad se deben a que su Gobierno ya rompió el pacto pero no el patriarcal, sino el que había "con la oligarquía, que se dedicaban a saquear a robar y eso los trae muy molestos; el pacto de no cobrarles impuestos que no existía a grandes corporaciones empresariales, financieras, era una gran injusticia que el pueblo pagara impuestos, que el campesino y el obrero pagaran impuestos".
Apoyo
También insistió en que en esta campaña opositora participan los medios de comunicación que recibían dinero de los gobiernos anteriores no solo en publicidad, sino con muchos otros negocios. "Como ahora están molestos –afirmó– ahora de pronto se vuelven ambientalistas o manipulan al feminismo".
"El movimiento feminista, que es un movimiento justo, de lucha, en favor de las mujeres, lo quieren cooptar hombres y mujeres que nunca han defendido a las mujeres, que antes callaban ante injusticias que se cometían contra las mujeres", explicó.
Por el contrario, señaló, "debe quedar muy claro que nosotros estamos a favor de la igualdad de las mujeres, a favor de que se garanticen sus derechos, no estamos en contra de las mujeres ni del movimiento feminista, estamos en contra del autoritarismo, la manipulación, la hipocresía, la corrupción, las injusticias".
Al comenzar la conferencia, López Obrador reconoció que este no es un día para felicitar a las mujeres sino para refrendar el compromiso de todos en favor de la igualdad, recordar a mujeres que han luchado en otros tiempos, en especial en México en las grandes transformaciones que representaron la Independencia (1810), la Guerra de Reforma (1858) y la Revolución (1910) en pos de la igualdad de derechos políticos y sociales.
Por otra parte, destacó algunas medidas de su Gobierno en apoyo a las mujeres, que son la mayoría de los 22 millones de beneficiarios de los programas de bienestar, además de que están participando, como nunca antes en la historia, en la administración pública y en la política, como lo demuestra el hecho de que por primera vez encabecen las estratégicas secretarías de Gobernación y de Seguridad.
Tensión
Las palabras de López Obrador se inscriben en el permanente clima de tensión que mantiene con los feminismos, y que se acentuó en las últimas semanas al defender de manera reiterada a Félix Salgado Macedonio, el candidato oficialista a gobernador del estado de Guerrero y quien está acusado de violación.
Mientras se multiplicaron las campañas feministas que le pedían que rompiera el pacto patriarcal, el presidente adjudicó las denuncias contra el candidato a operaciones de campaña electoral.
A ello se le sumó el inédito vallado que se colocó en el Palacio Nacional y en varios edificios y monumentos de la Ciudad de México en vísperas de las marchas por el Día Internacional de la Mujer.
La respuesta inmediata de los colectivos feministas fue escribir en el muro de la sede del gobierno los nombres de las miles de víctimas de femicidios que hay en México.