Casi 300 gramos de fragmentos del meteorito que iluminó el cielo del Reino Unido el 28 de febrero han sido recuperados en el oeste de Inglaterra, informa el Museo de Historia Natural británico en un comunicado.
Se trata del primer meteorito caído y hallado en el Reino Unido en los últimos 30 años, y está formado de un rarísimo material llamado condrito carbonáceo, resalta la profesora Sara Russell.
"Esto es realmente emocionante. Hay alrededor de 65.000 meteoritos conocidos en todo el mundo, de los cuales solo 51 son condritos carbonáceos que se han visto caer, como este. Es casi alucinante, porque estamos trabajando en las misiones espaciales de retorno de muestras de asteroides Hayabusa2 y OSIRIS-REx, y este material se ve exactamente como el material que están recolectando", señala Russell.
El meteorito permite echar un vistazo a las fases tempranas de la evolución del sistema solar. Se cree que los condritos carbonáceos se formaron a partir de la nube de polvo y hielo que rodeaba el Sol cuando el astro era joven. "Los meteoritos como este son reliquias del sistema solar primitivo, lo que significa que pueden decirnos de qué están hechos los planetas. Pero también creemos que este tipo de meteoritos podrían haber traído el agua a la Tierra, proporcionando al planeta sus océanos", indica la investigadora.
Los escombros cayeron en el camino de entrada de una casa de Winchcombe, en el oeste de Inglaterra. Ya el día siguiente fueron avistados por los inquilinos, quienes de inmediato los recolectaron y se pusieron en contacto con los científicos.
"Para alguien que no sabía realmente lo que era, la persona que lo encontró hizo un trabajo fantástico al recolectarlo. Recogió la mayor parte muy rápido el lunes por la mañana, quizás menos de 12 horas después del evento real. Luego siguió encontrando trozos en su jardín durante los siguientes días", dice la doctora Ashley King.
Entre tanto, es posible que más fragmentos todavía estén en el área de Winchcombe. "Si usted es de la zona y encuentra un montón de polvo negro, montones de pequeñas rocas o piedras negras, fotografíelo y anote su ubicación", pide el museo.