Las autoridades de Bulgaria suspendieron este viernes las inoculaciones con la vacuna anticovid de AstraZeneca hasta que la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) envíe una declaración escrita que disipe todas las dudas sobre la seguridad del fármaco.
"Hasta que no llegue por escrito una [declaración] precisa y claramente confirmada de la Agencia Europea de Medicamentos sobre si es posible o imposible usar la vacuna de AstraZeneca, exijo dejar de usar esta vacuna", señaló el primer ministro de Bulgaria, Boiko Borísov.
Previamente, varios países, como Austria, Estonia, Letonia, Lituania, Luxemburgo e Italia, han dejado de usar algunos lotes de la vacuna de AstraZeneca, mientras que Dinamarca, Noruega, Islandia, así como Tailandia suspendieron la vacunación con este antígeno. La decisión de esas naciones se produjo tras la aparición de unos informes sobre la formación de coágulos de sangre y otros efectos secundarios en personas a las que se les había administrado esa vacuna.
La farmacéutica, por su parte, señaló que no ha encontrado evidencias de un mayor riesgo de embolia pulmonar o trombosis venosa profunda, marcada por la formación de coágulos de sangre, en los datos de seguridad de más de 10 millones de registros, incluso considerando subgrupos basados en edad, género, el lote de producción o el país de uso.
La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) aseguró que "actualmente no hay indicios de que la vacunación haya causado estas afecciones" y agregó que "los beneficios de la vacuna continúan superando sus riesgos".