La expresidenta 'de facto' de Bolivia, Jeanine Áñez, fue trasladada este sábado a las oficinas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), en La Paz, donde se le tomará declaración por el caso del golpe de Estado de 2019.
Áñez fue detenida la madrugada de este sábado por las autoridades en Trinidad, capital del departamento del Beni, y, junto a sus principales colaboradores, está acusada de "terrorismo, sedición y conspiración".
Poco después de su aprehensión, Áñez denunció que ha sido víctima de "abuso y persecución política". "Denuncio ante Bolivia y el mundo, que en un acto de abuso y persecución política el Gobierno del MAS me ha mandado arrestar. Me acusa de haber participado en un golpe de Estado que nunca ocurrió. Mis oraciones por Bolivia y por todos los bolivianos", escribió la exmandataria 'de facto' en su cuenta de Twitter.
El Gobierno boliviano, por su parte, aseguró que no existe ningún tipo de "persecución política" contra Áñez.
La Fiscalía Departamental de La Paz giró órdenes de aprehensión por los delitos de "terrorismo, sedición y conspiración" en contra de Áñez y sus exministros Arturo Murillo (Gobierno); Luis Fernando López (Defensa); Álvaro Coimbra (Justicia); y Rodrigo Guzmán (Energías).
Asimismo, se ordenó aprehender a Palmiro Jarjuri, quien era comandante de la Armada; Jorge Gonzalo Terceros, excomandante de la Fuerza Aérea; y el general Gonzalo Mendieta, excomandante del Ejército.
El miércoles 10 de marzo, las autoridades detuvieron al exlíder militar Flavio Arce San Martín, quien se desempeñaba como jefe del Estado Mayor del Ejército de Bolivia cuando se produjo el golpe contra el expresidente Evo Morales. Mientras que la mañana del viernes, la Policía ejecutó las órdenes de captura contra los exministros Coimbra y Guzmán, detenidos en Trinidad, departamento de Beni, en el centro-norte del país.
La investigación radicada en la Fiscalía de La Paz responde a una denuncia presentada por la exdiputada Lidia Patty, quien acusó al opositor Luis Fernando Camacho, así como a exjefes militares o policiales, por los sucesos que llevaron a la renuncia de Morales.