Alemania se ha unido a la creciente lista de países que han decidido suspender las inoculaciones con la vacuna contra el coronavirus, desarrollada por la farmacéutica AstraZeneca y la Universidad de Oxford, ante los reportes de que algunas personas vacunadas desarrollaron coágulos sanguíneos.
El Ministerio de Salud alemán ha afirmado que la decisión se tomó como una "precaución" y por consejo del regulador nacional de vacunas, el Instituto Paul Ehrlich, que pidió una mayor investigación de los casos.
En un comunicado, el organismo señaló que la Agencia Europea de Medicamentos decidirá "si la nueva información afectará la autorización de la vacuna y cómo lo hará". Además, la declaración indicó que los coágulos de sangre reportados involucraban venas cerebrales, pero no especificó dónde ni cuándo ocurrieron los incidentes.
Varios países, como Austria, Estonia, Letonia, Lituania, Luxemburgo e Italia, han dejado de usar algunos lotes de la vacuna, mientras que Dinamarca, Noruega, Islandia, los Países Bajos, Bulgaria y Tailandia suspendieron esta semana la vacunación con ese fármaco. Además, las autoridades irlandesas recomendaron detener temporalmente la vacunación con el fármaco.
Respuesta de AstraZeneca
Por su parte, AstraZeneca comunicó el domingo pasado que no encontró pruebas de que su vacuna contra el coronavirus provoque un aumento del riesgo de la aparición de coágulos de sangre.
La empresa aseguró que llevó a cabo "una cuidadosa revisión" de todos los datos disponibles de más de 17 millones pacientes inoculados con su fármaco en la Unión Europea y el Reino Unido. Según subrayó la compañía, los resultados "no mostraron evidencia de un mayor riesgo de embolia pulmonar, trombosis venosa profunda o trombocitopenia, en ningún grupo de edad definido, género, lote o en ningún país en particular".
Dolencias previas
Algunos expertos señalan que debido a que las campañas de vacunación se están realizando primero para los individuos más vulnerables, es muy probable que esas personas ya estén sufriendo de dolencias previas, y por lo tanto es difícil comprobar que la vacuna es la responsable de algo que ocurre después.
Mientras, la portavoz de la Organización Mundial de la Salud, Margaret Harris, indicó la semana pasada que no hay razón para dejar de usar la vacuna contra el covid-19 de AstraZeneca.