La Policía de Seattle (Washington, EE.UU.) arrestó el pasado jueves a una mujer que, presuntamente, 23 años antes había asesinado a su bebé tirándolo a la basura del baño de una gasolinera de Lake City, según un comunicado publicado en su página web.
El 20 de noviembre de 1997, el personal del establecimiento encontró el cadáver del recién nacido dentro de sus instalaciones, por lo que avisó a la Policía. El médico forense del condado de King determinó que el pequeño nació vivo.
Fue entonces cuando los agentes comenzaron a investigar el caso como un homicidio. De hecho, disponían del rostro de la presunta autora de los hechos, que había sido captada por las cámaras de seguridad de la gasolinera.
A pesar de que los investigadores pudieron obtener evidencia de ADN de la escena del crimen, al ingresarla en la base de datos del Laboratorio Criminalístico de la Patrulla del estado de Washington no encontraron ninguna coincidencia, por lo que en ese momento no pudieron identificarla.
Caso reabierto
En 2018, los detectives de la Policía de Seattle reabrieron el caso no resuelto. Tras obtener información adicional en un sitio web público de genealogía, hallaron a una mujer cuyo ADN parecía coincidir con el que encontraron en el baño de la gasolinera. Asimismo, su descripción se ajustaba a la de la persona grabada por las cámaras.
Por ello, los investigadores llevaron a cabo una operación encubierta para obtener el ADN de la sospechosa. Al conseguirlo, comprobaron que coincidía con la muestra guardada en la base de datos del laboratorio de criminalística del estado.
Tras interrogar a la mujer, que ahora tiene 50 años, la detuvieron e ingresó a la cárcel del condado de King como presunta autora del homicidio, a la espera de que concluya la investigación sobre el caso.
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